El Betis tiñe Sevilla de verdiblanco
Heliópolis, de fiesta tras el triunfo al Eibar para alcanzar el 5º puesto con 3 puntos, más el ‘goal-average’, de ventaja respecto a su eterno rival
El 27 de febrero Vincenzo Montella, técnico del Sevilla, dijo que no estimaba como una posibilidad que el Betis acabase esta Liga por delante de su equipo, y al parecer, esas palabras resonaron en las paredes de Heliópolis para espolear a los de Setién con el ánimo de quitarle la razón al osado míster del eterno rival. Por aquel entonces el Sevilla tenía 3 puntos más que el Betis, y llegaron a ser 8 una semana más tarde, pero ahora la situación ha cambiado y los verdiblancos no solo han superado en la tabla a los de Nervión, sino que tienen 3 puntos (y el ‘goal-average’) de renta ocupando el 5º puesto a expensas de lo que haga mañana el Villarreal ante el Athletic.
El Betis sumó ayer su cuarto triunfo consecutivo al superar al Eibar en un encuentro en el que los de Heliópolis fueron ostensiblemente mejores que su rival. El conjunto armero se presentó en el Villamarín con la intención de reengancharse a la lucha por Europa, pero se marchó con las orejas gachas conscientes de que esa posibilidad (50') Dani García (56'), F. Orellana (69'), A. Mandi (79'), J. Amat (92')
Medié Jiménez (C. Catalán) Benito Villamarín (50.000 espec.)
LO MEJOR
La solvencia de un Betis muy fiable de la mano de un Setién que ha dado con la tecla.
LO PEOR
La prolongación del bajón de un Eibar que ha bajado los brazos con la permanencia. se ha complicado, y mucho.
Desde el primer minuto de juego el Betis llevó la iniciativa en el juego, y fue Sergio León quien abrió el marcador en el 21’. El atacante, en estado de gracia tras haber marcado también en Getafe, aprovechó un gran movimiento entre líneas para plantarse solo ante Dmitrovic, y ahí no falló para superar al serbio con un bonito chut con el exterior de su pie derecho.
El gol bético dejó tambaleándose al Eibar, y aunque tuvo alguna ocasión para empatar como la de Kike García con un taconazo al borde del descanso, poco a poco fue perdiendo fuelle hasta aceptar la derrota.
Dominio de principio a fin
Tras la reanudación llegó el golpe definitivo. Barragán alcanzó la línea de fondo con una buena internada en el área, hizo el pase de la muerte, y fue Arbilla quien, en contra de su voluntad, introdujo el balón en su propia portería para hacer el 2-0 en el 50’.