Remontada histórica del Salzburgo y la Lazio, eliminada
Levantó un 4-2 de la ida y enloqueció a toda Austria
Increíble pero cierto. El Red Bull Salzburgo hizo historia al lograr una increíble remontada ante la Lazio, que cayó vapuleada en Austria (4-1) después de llevar una renta cómoda (4-2) de la ida. Se clasificó por primera vez para semifinales desde que el propietario del equipo es la famosa marca de bebidas energéticas.
No empezó para nada como terminaría el duelo. La primera parte fue prácticamente soporífera. HeeChun tuvo una solo empezar y Leiva quiso replicar, pero hasta el segundo tiempo no se desató la locura en forma de goles. El primero en hacerlo, como no podía ser otro, fue Immobile, que colocó la pelota en la escuadra poco después de fallar otro mano a mano (55’). La eliminatoria ya parecía sentenciada mientras celebraba la Lazio, pero Dabbur tardó un minuto en empatar con un dispa- ro que salió desviado (55’). A Immo- bile se le anuló otro tanto que pudo ser legal y entonces fue cuando em- pezó la embestida del Salzburgo. Schlager avisó con un disparo a la madera desde media distancia, punto exacto donde Haidara anotó (72’) para desatar la locura en solo cuatro minutos, ya que Hee-Chun (74’), con colaboración de los centra- les, y Lainer (76’) fusilaron a la Lazio con sus goles y hicieron explotar el Red Bull Arena MARSELLA- El Olympique de Marsella se llevó un partido no apto para cardíacos ante el Leipzig y en el que hubo nada menos que 8 goles (5-2). Los alemanes, que llevaban ventaja, se vieron superados por el equipo de Rudi Garcia, que se negó a tirar la toalla.
No lo hicieron siquiera cuando, tan solo empezar, Bruma perforó su portería tras una dejada de Augustin (2’). La respuesta fue inmediata. En un saque de esquina Mitroglu la peleó hasta el final y Ilsanker se la metió en su propia portería (6’). Tres minutos después Sarr marcó, como Thauvin, servido por Payet, que hacía soñar al Marsella (38’), al que se le anuló un golazo de Payet. Augustin, no obstante, helaba al Orange Velodrome tras un jugadón de Keita (55’). Pero Payet no se rindió y, con un golpeo de exterior (60’), hizo soñar a Rudi Garcia, que vio como en la última jugada Sakai ponía la guinda con el tanto que cerraba el partido