Sarsanedas regresó seis meses después
La nota positiva del partido fue el retorno de Ferran Sarsanedas, que se lesionó a finales de noviembre en un entrenamiento y tuvo que pasar por el quirófano para recuperarse del tendón directo del recto femoral de la pierna derecha. El canterano recibió el alta médica el 16 de abril y ayer contra el Reus entró en el minuto 84
en Almería. El filial salió con fuerza a por un partido que les metía de nuevo en la lucha por la permanencia. Pero tras dos aproximaciones claras, una primera internada de Pérez que no pudo rematar Abel Ruiz y un contragolpe que Aleñá no logró culminar, el Reus se avanzó en su primera llegada al área de Ortolá. Mayor remató en el segundo palo un centro de Miramón para abrir el marcador.
El tanto del Reus hundió al Barça B, que se bloqueó de nuevo, como pasó en Almería. Incluso en tramos de la primera parte perdió el control del balón, la primera premisa del equipo de García Pimienta. Es más, Ortolá, en la segunda llegada clara de los visitantes, tuvo que aparecer para salvar el segundo. Acción a balón parado, Lekic cabeceó abajo y el meta blocó sobre la línea.
García Pimienta movió el banquillo en el descanso. Dejó a Abel Ruiz en la caseta con unas molestias por un golpe recibido y sacó al juvenil Alejandro Marqués. El venezolano tuvo dos grandes ocasiones para lograr el empate. En un uno contra uno ante Badía, después de un gran pase de Ruiz de Galarreta, le pegó mal. Y ya hacia el final, remató demasiado cruzado desde el primer palo un centro desde la derecha de Palencia. También la tuvo Aleñá, de cabeza, pero cuando el Miniestadi ya cantaba el empate, Edgar Badía sacó una mano prodigiosa para enviar a córner.
El control durante el segundo tiempo fue claramente culé, pero el Reus plantó un muro infranqueable y se dedicó a defenderse. Y muy bien. El Barça B acabó atacando con más corazón que cabeza. “Vamos, vamos, hasta el final”, gritaba el capitán Palencia. Y Ballou tuvo la última. El canadiense, alternativa también para García Pimienta, remató de cabeza y el mismo cazó el rechace para disparar demasiado cruzado