El Eibar superó a unos gerundenses que están sin gasolina en este final de campaña

Al Girona se le ha acabado la gasolina antes de tiempo y en la enésima ocasión de agarrarse al tren europeo, el equipo acabó cayendo por 1-4 ante el Eibar. Dos errores defensivos en la primera mitad permitieron el doblete de Kike García. En el segundo tiempo, el equipo buscó reaccionar con el tanto de Aday, pero no le bastó y Jordán e Inui sentenciaron el partido.

El Eibar, ya sin opciones reales de poder llegar a alcanzar el séptimo puesto, saltó al césped sin presión, pero con muchas ganas de demostrar el fútbol que tienen sus jugadores. Las cosas no pudieron empezar peor para los de Machín, y es que en el minuto 8, Kike García puso por delante al conjunto armero. Borja y Mojica no fueron capaces de despejar un balón largo de la defensa del Eibar y después de una disputa aérea, Dani García solo tuvo que correr hacía adelante y, ante Bonom, dio el pase de la muerte a Kike, que marcó a placer nueve jornadas después de hacerlo por última vez.

Más allá del tanto encajado, un golpe duro a nivel mental para los de Machín, el Girona demostró durante los primeros compases del partido no estar nada cómodo sobre el césped. A los locales les costó muchísimo poder enlazar más de cuatro pases seguidos para trenzar ocasiones de peligro.

A balón parado, los gerundenses siempre encuentran un buen aliado, como mínimo para generar sensación de peligro. No fue hasta el minuto 23 cuando el Girona se acercó por primera vez a la meta de Riesgo, en un remate blando de Stuani. La ocasión en si no fue muy peligrosa, pero sirvió para conectar a los locales con el partido. Un par de minutos después fue Granell quien tuvo la mejor opción del partido. El seis del Girona se quedó solo ante Riesgo, pero no confío en su pierna diestra y su definición se encontró con el exterior de la red.

Quien perdona lo acaba pagando, y otra vez a los de Machín les volvió a ocurrir lo mismo que en las últimas jornadas. Con Pedro León sustituido, Cote puso un saque de esquina medido a la cabeza de Kike, que volvió a batir a Bono con un excelente testarazo que dejaba prácticamente sentenciado al Girona y a todo Montilivi, que quedó mudo.

Con Europa como objetivo, el Girona inició el segundo tiempo con otra oportunidad de oro, pero