Mundo Deportivo (At. Madrid)

Zinedine Zidane ha dado un salto de gigante en la toma de decisiones

-

“Enrique, no sé lo que seré en el futuro, lo único que sé es que no seré entrenador. No va conmigo”. Esa frase salió de los labios de Zizou una mañana entre febrero y marzo de 2011, cuando quien esto firma elaboraba con el entonces ya ex jugador y asesor de Florentino Pérez el libro sobre su vida plasmado bajo el título de “Zidane, la elegancia del héroe sencillo”. Elegancia, héroe y sencillo, tres vocablos que definen perfectame­nte su personalid­ad.

Por aquellos tiempos, como ojito derecho del presidente -tenía reservado para él un lugar preferenci­al en el organigram­a del club- ZZ era el enlace entre la directiva y el primer equipo y su cuerpo técnico, dirigido por José Mourinho. Su despacho, el de Zidane, tenía vistas a los campos de la Ciudad Deportiva de Valdebebas, estaba casi vecino al del entrenador y a tres pasos del vestuario de la primera plantilla. Posiblemen­te fuera ahí donde comenzara a rumiar la idea de que para un hombre de fútbol como él no debía de ser tan perverso como sospechaba en un principio el hecho de sentarse en un banquillo.

Zidane ríe, con esa sonrisa que está haciendo historia en cada conferenci­a de prensa, cuando le recuerdo la frase en cuestión. “¿Quién me lo iba a decir a mí? Pero ahora soy feliz, estoy comenzando a sentir lo que es ser entrenador”. No hace falta que lo diga. Se nota. Está comenzando a disfrutar de su profesión, si es que se puede gozar de un trabajo en el que cuando empiezas ya sabes que tienes fecha de caducidad y tarde o temprano sabes vas a ser destituido.

Por el momento no es su caso, aunque allá por enero, cuando el Leganés eliminó de la Copa a su equipo y el Barça se escapó definitiva­mente en la Liga, pasara sus primeros sinsabores y tuviera que escuchar tambores de guerra. Fue a partir de entonces cuando afrontó responsabi­lidades y comenzó a tomar decisiones de riesgo.

Primero, públicamen­te, señaló que no quería la llegada de un portero en el mercado de invierno porque tenía plena confianza en el entonces intranquil­o Keylor Navas. Lo dijo tan alto y claro que su club abortó la ‘operación Kepa’.

Después se sentó unas cuantas mañanas a la vera de Cristiano y comenzó a convencerl­e de que lo mejor para él y para el equipo, y más en año de Mundial, es que descansase en algunos partidos y ni siquiera se concentras­e para no caer en la tentación de echar mano de él en caso de necesidad. Dicho y hecho. CR7 entró en las rotaciones como uno más. Modric-Kroos no tiene inconvenie­ntes en sentar a jugadores que parecían intocables. Por delante de Bale se han colocado en sus preferenci­a Isco, Lucas y Marco Asensio. Y Benzema, su querido Karim, también se ha quedado en el banquillo en partidos trascenden­tes: Juventus en casa y Bayern, fuera...

El caso es que Zidane está comenzando a sentirse entrenador. Ya es algo más que un buen gestor de estrellas desde su trono de ex futbolista de élite. Lo único que no ha cambiado es que el vestuario continúa siendo cosa suya y lo ‘bunkeriza’ hasta la máxima expresión. A sus chicos, ni tocarlos

 ?? FOTO: GETTY ?? Zinedine Zidane El técnico del Real Madrid ha evoluciona­do de manera espectacul­ar desde que se hizo cargo del equipo blanco
FOTO: GETTY Zinedine Zidane El técnico del Real Madrid ha evoluciona­do de manera espectacul­ar desde que se hizo cargo del equipo blanco

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain