El Bernabéu fue Las Ventas
Aplausos para Florentino y Lopetegui y pitos para la prensa
El palco de honor del Bernabéu se convirtió ayer por la tarde en la plaza de toros de Las Ventas, con pitos y aplausos por parte de los numerosos invitados del club a la presentación de Julen Lopetegui como nuevo entrenador del Real Madrid. Socios, socios de honor y peñistas eran los que ocupaban todos las sillas del palco de honor con la prensa concentrada de pie a un lado de la amplísima sala.
Ya desde el primer momento se vio que esos invitados era la claque, que según la RAE es un “grupo de personas que asisten a un espectáculo con el fin de aplaudir en momentos señalados”. Una descripción perfecta de lo que pasó. Aplaudieron a Florentino Pérez, y especialmente a Lopetegui con el que se dejaron las manos en varias ocasiones. Vamos, que ni en Las Ventas en la pasada Feria de San Isidro se han visto este año ovaciones de esa magnitud. La más estruendosa, cuando Florentino Pérez habló de una campaña contra el Real Madrid. Ahí hubo aplausos y gritos de apoyo, algo que parecía más propio de un partido de fútbol que de la presentación de un entrenador.
Florentino Pérez quería arropar a Lopetegui tras todo lo que ha pasado en la selección española y lo arropó a lo grande con un público totalmente entregado que no sólo mimó a su nuevo técnico, si no que pitó y abucheó a lo medios de comunicación presentes, abarrotados en un lateral, sin espacio para sentarse ni para escribir. Aparte de miradas y gestos de desprecio, el momento abucheos llegó cuando a Lopetegui le preguntaron por Cristiano Ronaldo, por si era el mejor del mundo. Ver para creer algo que resultó bochornoso pero fue lo que el Madrid quiso porque la comparecencia se hizo en el palco de honor, con la afición y no en la sala de prensa, sin aficionados de por medio.
Tras estos episodios de vergüenza ajena, llegó el momento de las fotos de Julen Lopetegui con algunos de esos aficionados que, por cierto, también le pidieron fo- tos a algunos periodistas presen- tes.
No fueron todos los que saluda- ron y buscaron fotos, porque mu- chos, la mayoría de hecho, ya estaban desfilando hacia la zona del palco de honor destinada a alimentar el cuerpo. Hubo desfile hacia esa zona para tomar un vi- no español, que es como ahora se dice de forma institucional tomar un vino con un aperitivo. Ahí ya no había ni aplausos ni abucheos para nadie. Estaban a otra cosa tan o más importante que aplau- dir al presidente, al entrenador y a Álvaro Arbeloa que no faltó a la cita, como tampoco lo hizo Raúl González
Abucheos cuando a Julen le preguntaron sobre si CR7 era el mejor del mundo