Valladolid celebra el ascenso
Jugadores y cuerpo técnico fueron ayer homenajeados por una hinchada eufórica que se volcó con sus héroes
Valladolid amaneció ayer eufórica y bajo una dulce resaca tras vivir una noche larga, repleta de emociones y pasión después de que el equipo pucelano certificara el ascenso a Primera División al filo de las 22 horas del sábado.
El Valladolid vuelve a la máxima categoría del fútbol español después de cuatro años y la ciudad explotó de alegría para celebrarlo.
Los jugadores y el cuerpo técnico del Valladolid, capitaneados por Sergio González, el entrenador del milagro pucelano, fueron ayer homenajeados por las instituciones de la ciudad y por una afición que se echó a la calle.
En la mañana de ayer, la expedición visitó el Ayuntamiento, con el alcalde al frente, Óscar Puente. El entrenador Sergio González, uno de los más aclamados, destacó que el mérito del éxito “ha sido de los jugadores y de la gente del club. Estos futbolistas han activado a la ciudad y ojalá la temporada que viene continúe esa comunión con la afición. Aúpa Pucela”.
Los dos capitanes, Javi Moyano y Borja Fernández, pidieron al ‘pichichi’ del equipo y de Segunda, Jaime Mata, que se quedara.
El presidente Carlos Suárez aseguró que “es momento de unión. Que todo el mundo se sume a nuestra casa y que Valladolid se sienta orgullosa de su equipo. Aúpa Pucela”. Después del Ayuntamiento, jugadores y cuerpo técnico acudieron a la Diputación de Valladolid, donde también fueron agasajados por las autoridades.
Pero el baño de masas para los ‘culpables’ del celebrado ascenso llegó ya por la tarde, después de la comida de hermandad. Jugadores Jugadores y cuerpo técnico del Valladolid celebraron el ascenso en comunión con una afición más que entregada. Recorrieron el Pisuerga en una embarcación y la ciudad en un bus engalanado y cuerpo técnico surcaron el Pisuerga con la embarcación ‘La leyenda del Pisuerga”. Y los aficionados, emocionados, se agolparon en los puentes de la ciudad para aclamar a los héroes del ascenso.
Después el grupo hizo un recorrido en autocar por el centro de la ciudad, invadida por miles de aficionados, y que acabó en la Plaza Zorrilla. ‘Pucela es de Primera’ fue el grito que atronó en Valladolid, una ciudad que celebró a lo grande el regreso a la elite