Mundo Deportivo (At. Madrid)

EL RENACIDO

Tras conseguir imponer su ADN a la Ducati Jorge Lorenzo firmó su segunda victoria martillo en mano Márquez se ‘conformó’ con un segundo y sacó jugo a la caída de Dovizioso: un regular Rossi acabó tercero

- Elvira González Montmeló

El ‘ingegnere’ Gigi Dall’Igna se mesaba nervioso la barba en el box de Ducati por no tirarse de los pelos. Su millonaria apuesta Jorge Lorenzo ya va por dos victorias seguidas con la GP18 a la que ya pilota como si fuera aquella Yamaha con la que ganó tres campeonato­s. Volvió a sacar el martillo, a golpear con precisión a sus rivales con un vuelta a vuelta impresiona­nte, inabordabl­e. Y acabó dando la vuelta de honor martillo en mano pero esta vez ya no figurado sino de atrezzo y bendiciend­o a sus allegados al llegar al parque cerrado. A todos menos a ese Claudio Domenicali que aguantaba impertérri­to y con una sonrisa como máscara el ninguneo. Es el precio por denostar, hasta el punto de abrirle la puerta para dar acomodo a Petrucci, a un campeón. Ya ha ganado dos carreras seguidas para Ducati desde que le enseñaron la puerta y aunque el título mundial parecía fuera de su alcance se acerca a 49 puntos de Márquez y se iguala en la tabla con su primer rival, Dovizioso, ambos ahora séptimo y octavo.

Una sexta victoria en el circuit de Barcelona-Catalunya, quinta en MotoGP, que confirma que la resurrecci­ón de Mugello no fue un hecho puntual y que las soluciones que venía reclamando llegaron y funcionaro­n. La realidad es que una vez sabe que su futuro está en el mejor equipo del mundo Repsol Honda ahora solo toca centrarse en si mismo y culminar la etapa Ducati de la mejor manera, incrementa­ndo su patrimonio. De momento 67º triunfo, 46º en MotoGP y podio 150º, 112º en la categoría reina.

Desde el viernes del Gran Premio ya se vio que Lorenzo tenía algo más y esta vez se quedó a una vuelta de firmar el Grand Chelem. Pole, victoria y vuelta rápida fueron suyos, pero el primer paso por meta se lo llevó Marc Márquez antes de invocar la segunda escapada consecutiv­a. Todo porque Jorge Lorenzo como en él es inhabitual no fue el que mejor salió y fue Marc Márquez quien en su lugar llevó la iniciativa en la frenada inicial en la curva 1 con Iannone a su estela y tras ellos las Ducati oficiales de Lorenzo y Dovizioso. El Dios Thor de las motos Jorge Lorenzo se dio un baño de multitudes en el Circuit de BarcelonaC­atalunya con su segunda victoria consecutiv­a con Ducati y en el podio recibió el aplauso de su futuro compañero Marc Márquez, más líder del Mundial con 27 puntos sobre Rossi

Pero Lorenzo sólo concebía una estrategia y era gobernar la carrera y con pista por delante. Al siguiente paso por meta ganó por aceleració­n la mano a Márquez, no se movió un milímetro en la frenada de la curva 1 y dejó al de Cervera emparedado entre las dos Ducati oficiales, con Rossi ya cuarto y Pedrosa, espectacul­ar en la salida de 11º a 6º, tras él.

Y con pista libre empezó la exhibición del Dios Thor de las motos. Márquez tenía claro que mientras pudiera debía agarrarse a Lorenzo para ir abriendo hueco. Ya había hecho una apuesta distinta de neumáticos para tener una mínima opción pero la victoria estaba en manos del error ajeno que no se produjo. En cambio si llegó el del que el juzgaba como su principal rival por el título, Andrea Dovizioso. En el noveno giro se fue al suelo solo, el tercer cero en cuatro carreras. A partir de ahí Márquez soltó a Lorenzo y se ‘aburrió’ en pista. A Rossi lo tenía controladí­simo y sabía que no estaba para pelearle el puesto. Y el Dottore sin hacer ruido, tres terceros seguidos y es el principal rival, a 27 puntos

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