RUDY SENTENCIA
Un recital del mallorquín (MVP) en el cuarto partido permite al Madrid liquidar el playoff final Los blancos, más acertados y serenos que el Baskonia, logran su 34 Liga y firman doblete Laso: “El equipo no ha dejado de luchar nunca”
Aunque su continuidad estaba ya apalabrada, si a algún madridista le quedaba alguna duda sobre la renovación de Rudy Fernández, el cuarto partido del playoff final acabó por disiparla. Un recital anotador, unido a su habitual aportación de energía, dio el impulso definitivo al Real Madrid para imponerse al Baskonia por 85-96 y alzarse con el título.
Es el título de Liga número 34 del Madrid en su historia y el tercero en los últimos cuatro años, recuperando la hegemonía perdida la pasada temporada cuando cayó ante el Valencia. El título también culmina una temporada complicada que el Madrid cierra con doblete, un éxito que no fue absoluto sólo por la derrota en la final de Copa ante el Barça.
Esta vez el Baskonia trató de llevar al límite a los blancos pero se quedó sin argumentos tras un primer cuarto, como es habitual, ordenado y más que digno, en el que llegó a dominar por siete (21-14) y cerrar el cuarto con 21-18.
La entrada de Rudy desde el banquillo en el segundo período provocó un cambio de panorama completo. Anotó sus primeros cuatro triples, casi todos desde el mismo punto, y a partir de ahí dominó a sus defensores con acciones inteligentes en las que capitalizó salidas forzando faltas o, como es habitual, luchando por balones y rebotes.
El balance final del mallorquín es definitivo: 27 puntos con 6 de 9 triples, 3 rebotes, 5 asistencias y un 33 de valoración.
El Madrid tomó el mando en ese segundo cuarto aunque sus ventajas no fueron definitivas en el intermedio Pablo Laso se mostró emocionado como nunca en el vestuario tras la conquista del título. “Es difícil pensar en una temporada con tantas cosas en contra que no puedes controlar. El mérito de este grupo es enorme. A veces nadie creía y este equipo no ha dejado de luchar nunca”, dijo el técnico del Madrid. Rudy Fernández, tras recoger el trofeo de MVP, dijo irse “contento porque nos lo han puesto muy difícil y así sabe mejor” y confirmó su continuidad: “Está casi todo hecho, es muy fácil decir sí al Real Madrid”. Pedro Martínez se mostró “orgulloso del día a día y de los resultados” de su equipo y también habló de seguir “si el club quiere”
(38-42). Las sensaciones, sin embargo, resultaban premonitorias y los de Laso iban a más.
El tercer cuarto estuvo marcado por la tensión y la dureza, un terreno en el que Baskonia tuvo problemas de control emocional. Shengelia, flotado en el exterior, no fue capaz de mantener el pulso mental al que le sometieron aunque finalizó con 16 tantos.
El Baskonia, de todos modos, no acabó de encontrarse cómodo con ninguna combinación. Vildoza estuvo lejos del que vimos en algunos partidos anteriores y Huertas y Granger ofrecieron la irregularidad habitual en la dirección. Tan sólo Beaubois y Janning mostraron garantías anotadoras ante una defensa exigente.
A pesar de ello, los vitorianos, siempre a remolque en la segunda mitad, llegaron a ponerse a tres puntos a falta de más de dos minutos (76-79). Fue entonces cuando llegó Doncic para anotar un triple tan espectacular como letal tras bote, al filo de la posesión y con paso atrás a una pierna. Pudo ser la jugada de la final y la que le abrió al esloveno la puerta de la ceremonia de draft, donde se jugaba estar. Rúbrica perfecta para su trayectoria europea, que ya es historia