Otra pésima noticia
Una de las alternativas del Barça como segundo refuerzo es el cotizado Sergei Milinkovic-Savic, el centrocampista de la Lazio que se ha convertido en uno de los medios que destacan en Rusia. Reúne el perfil que se busca: un jugador polivalente, ofensivo y con gol. En el Camp Nou le controlan desde hace tiempo, desde antes de que se convirtiera en objetivo de grandes clubs europeos como Madrid, PSG, Chelsea, Manchester City y Manchester United. Un jugador de potente aspecto físico, de 1,92 m., y que controla todos los registros ofensivos.
Con Robert Fernández en la secretaría técnica, el Barça le estuvo espiando en innumerables ocasiones la temporada pasada, con el conocimiento de Ernesto Valverde. Sucede que su alta cotización ha disparado su precio hasta los 80 millones de euros, aunque aseguran que a Florentino le llegaron a pedir 150. El serbio dispone además de pasa- porte español al haber nacido en Lleida hace 23 años. Su padre, Niko- la Milinkovic, jugó en el mítico Llei- da de la temporada 1993-1994. Tiene contrato con el club romano hasta el 2022 -renovó hace poco- y su agente es el ex antiguo jugador del Atleti, Mateja Kezman.
En el Camp Nou manejan infor- mes positivos desde hace tiempo al tratarse de un jugador internacio- nal serbio desde las categorías infe- riores. Esta temporada fue una de las sensaciones de la Serie A. Su fi- chaje, de todas formas, no sería una empresa sencilla. Maneja ofertas interesantes de equipos punteros. El director deportivo de la Lazio, Igli Tare, salió al paso de tanta espe- culación. “Hay ofertas, pero renovó hace meses y eso significa que está bien aquí”
Nabil Fekir es muy conocido en los despachos de los ‘scouting’ del Barça. La secretaría técnica lleva dos años siguiendo la evolución del francés de origen argelino del Lyon. Reúne la polivalencia que gusta a los azulgrana. Puede jugar de mediapunta, de extremo derecho e incluso de delantero centro. Tiene 24 años, su contrato se prolonga hasta 2020 y su precio, según medios franceses, es también elevado, sobre los 70 millones.
Elegido en el equipo-tipo de la Ligue1 por los futbolistas y también por France Football, su club se vio obligado a desmentir su traspaso al Arsenal, una venta que se llegó a dar por hecha en torno a unos 65 millones de euros. También se aseguró que se iba al Liverpool. El propio jugador terció: “No estoy cerca de los ‘reds’. Hay conversaciones con los clubs. Hay que tomarse tiempo para reflexionar antes de hacer las cosas”, explicó. El mismo club emitió un comunicado explicando que daba por finalizadas las negociaciones con el Liverpool. “Las negociaciones a tres bandas con el Liverpool y Nabil Fekir no han tenido éxito y el Olympique Lyonnais ha decidido poner fin a esta negociación esta noche”, anunció en aquel momento.
En el Barça seduce su magia y valoran su velocidad, su calidad técnica, su desparpajo y su capacidad goleadora. Dicen que tiene un futuro inmenso por delante. Un jugador muy ofensivo, que puede jugar en cualquiera de las posiciones de ataque, la cualidad que siempre se ha buscado para la media. Su despegue se produjo hace cuatro temporadas. Una alternativa de moda en fase de estudio
No son buenas semanas para el barcelonismo. Primero ganó el Madrid otra Champions y convirtió su temporada caótica, como luego demostró la dimisión de Zidane y su propia explicación, en un curso histórico, especialidad exclusiva de esa casa y así hay que admitirlo. Lo que pasó después no ayuda a que el culé salga de ese bucle de negatividad. Al plantón de Griezmann, el crack que en el Camp Nou daban por seguro vete a saber por qué, se unió en esa película con mal final el extraño papel protagonista de Piqué yde un secundario culé extraviado, Umtiti, con público reproche directivo. Con todo, lo peor puede ser la huella que, salvo milagro, puede dejar este Mundial en Messi, con la ilusión de su vida yéndose así. Poca broma con eso, también en el Barça. El simulacro de incendio que ayer hubo en el Camp Nou ya dio mala espina