La final de las botellas cumple medio siglo
El Barça ganó la Copa al Madrid en Chamartín en medio de una lluvia de vidrio
El reciente fallecimiento de José Antonio Zaldúa refrescó, entre otros episodios de su brillante carrera como delantero y capitán del FC Barcelona, la famosa ‘final de las botellas’, de la que este 11 de julio de 2018 se han cumplido 50 años. Aquella veraniega noche de jueves de 1968, el Barça le ganó la Copa del Generalísimo al Real Madrid en su propio estadio de Chamartín, en un partido de extraordinaria hostilidad en la grada que se decidió por un tempranero gol en propia portería del defensa merengue Fernando Zunzunegui pero que se recordará para siempre por la masiva lluvia de botellas de vidrio que cayeron sobre el campo, sobre todo al final de la final.
La frustración por la derrota de un anfitrión que casi daba por hecho el doblete Liga-Copa y la indignación que provocó el arbitraje del balear Antonio Rigo entre la afición blanca fueron las excusas. El madridismo pidió penaltis que no se concedieron, el Barça salvó el 0-1 atrincherándose heroicamente, cuando aún nadie sabía lo que era el ADN y el estilo, con una actuación antológica de Salvador Sadurní. El portero azulgrana, en 2011, rememoró para MD aquella final y los supuestos penaltis reclamados por el Madrid, sobre todo uno que pidió Fernando Serena. “Rigo hizo levantarse a Serena tras tirarse a la piscina”, decía.
El propio Rigo, en 2005, recordó a As que “el Madrid y siete clubs nodriza” le recusaron por aquello.
Tras recoger la Copa de manos de manos de Franco, Zaldúa usó el trofeo de escudo para protegerse de las botellas que llovían. La Copa se fue a Barcelona abollada. A raíz de aquello, se prohibió la venta de envases de vidrio en los estadios