Mundo Deportivo (At. Madrid)

“APRENDÍ QUE A VECES HAY QUE SABER ESCUCHAR”

- Ferran Martínez Barcelona Joan Justribó

¿Si yo era duro? Con la mitad bastaba, pero para ganar medallas necesitaba­n resistenci­a física y mental”

Fue selecciona­dor español de waterpolo en Barcelona’92 y ahora dirige a la Croacia femenina en el Europeo de Barcelona. Dragan Matutinovi­c (Split, 23-2-1954) recibió a MD relajado, sin presión y reivindica­ndo su trabajo en la selección histórica de los Estiarte, Rollán y compañía.

Compitiend­o en Barcelona 26 años después. ¿Ha cambiado mucho?

¡Cómo no! Muchísimo. He aprendido mucho. He ido por todo el mundo y he logrado todos los éxitos que se pueden conseguir. Campeón de Europa, de Recopa, de muchos países... Y aprendí mucho de la selección española que llevé en Barcelona’92.

¿Qué aprendió?

Sobre todo que a veces hay que escuchar a los jugadores. Antes era muy duro. Mis premisas siempre han sido la disciplina y el orden. Sin estos dos aspectos no puedes hacer nada.

Estiarte, en su libro, recrimina eso: usted no aceptaba el diálogo.

Tiene razón. Ahora bien, siempre les he respetado muchísimo. Es la mejor selección que he dirigido sin duda.

¿Cambiaría alguna cosa?

Claro, no soy tonto. Tendría que haber atendido más a mis jugadores, pero yo seguía con mis entrenamie­ntos. Ellos decían que eran duros, pero para mí no. Era justo lo que debían hacer en aquella etapa. Porque en años anteriores no hacían casi nada. Hacía falta mano dura.

Algunos no han vuelto jamás a Andorra tras aquellos ‘stage’.

Decían que se les caían las uñas. Tonterías... Era necesario. Con la mitad era suficiente, lo reconozco. Pero para poder aspirar a ganar medallas, donde creía que podían llegar, era necesario adquirir resistenci­a física y mental. Porque en un Mundial o unos Juegos, competicio­nes cortas pero muy exigentes, tienes que estar fresco y claro hasta la última jugada de una final para meter gol o defender como tocaba. Les costó entender eso, sí.

¿También era una fase selectiva?

Exacto. Yo empecé con 30 jugadores en Andorra. Tenía que quedarme con trece. Llegaron los más fuertes. Y por eso había siempre sorpresas. Los que no cumplían, no venían. Lo que más valoraba era la parte mental y física.

Estuvieron en el podio, pero se quedaban a las puertas del oro.

Nunca perdimos el oro, nosotros ganábamos una plata. Es lo que tocaba en aquel momento. Hay que saber de donde veníamos y hasta donde llegábamos. Después se unió Iván Pérez y ganaron el oro. Con él, nuestro equipo también lo hubiera alcanzado.

Antes hablaba de orden. Algún jugador desordenad­o tenía...

Sí, había alguno, sí. Mi mayor éxito fue que de un grupo de individual­istas hice un equipo competitiv­o. Y ganábamos medalla en cada competició­n. Formé ese equipo y después vino Jané y consiguió más éxitos.

Le ha dolido algún comentario.

Chava (Salva Gómez) o (Sergi) Pedrerol me han criticado y no era cierto. Pero como les conozco, no me sorprende.

Ha vuelto a hablar con ellos.

Sí, claro. A Pedrerol lo vi estos días en la piscina. Nos saludamos y yo le perdono. Y a Chava también. Si fui a su boda.

Con el tiempo todo se cura. ¿Con Estiarte mantiene relación?

Ahora hace tiempo que no hablamos porque está dedicado al fútbol. Para mí es el mejor jugador de la historia. No ha habido otro como él. Aprendió a jugar para el equipo y se duplicó su grandeza. Y es una persona excelente, mejor imposible. Cuando fue presidente del Pescara me llamó para entrenarlo­s.

¿Es el número 1?

Es el mejor líder que yo he tenido en un equipo. Lo que más destaco de él es su inteligenc­ia. Por eso ahora él triunfa en el fútbol porque tampoco es tan diferente a otros deportes. Al final, los valores de equipo son los mismos o muy parecidos. Guardiola no es tonto.

Otro líder era el portero, Rollán.

Sin duda. Él y Pedro García unieron al grupo en el sentido humano. Les hicieron ver que el equipo es más importante. Había dos grupos y ellos dos lo convirtier­on en uno.

Vamos a Barcelona’92. A la última jugada de la final. España por delante y tocaba defender. ¿‘Pressing’ o zona?

En un segundo tienes que decidir. Y jugábamos presión uno a uno siempre. Ahora también cambiaría, claro, porque salió mal. Pero no se puede analizar el deporte así. Me quedo con la calidad de juego que ofrecimos. Presión sin falta que nadie practicaba. Jugando con un hombre menos, con un Rollán increíble.

¿Cómo ve a la selección española masculina actualment­e?

Les falta un Dragan Matutinovi­c. Yo tengo uno en España: Dani Ballart puede llevar esto muy lejos. Seguro

En el mejor momento, en el Europeo de casa, la selección española masculina resucitó y luchará por las medallas que se le resisten en grandes torneos desde la plata en el Mundial 2009. Una exhibición defensiva y su eficiencia en las situacione­s de hombre de más condujeron a los jugadores de David Martín a un gran triunfo ante Grecia (10-6) en el partido clave, el que marcaba el éxito o la decepción en Barcelona 2018. Y ante un rival que había superado a España en las últimas grandes citas, pero que esta vez acabó desquiciad­o ante el enorme porcentaje de paradas de Dani López Pinedo.

España encontró al fin un nivel espectacul­ar, y mereció del triunfo que le permite jugar mañana sus primeras semifinale­s en mucho tiempo. Lo hará ante un rival de cuidado, la Italia de Willy Molina y Echenique, que desarboló a Rusia (11-1). Serbia y Croacia conformará­n la otra semifinal, con tintes de final anticipada. Serbia derrotó a

 ?? FOTO: F.M. ?? Dragan Matutinovi­c recordó viejos tiempos en la terraza de su hotel de concentrac­ión
FOTO: F.M. Dragan Matutinovi­c recordó viejos tiempos en la terraza de su hotel de concentrac­ión

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