THOMAS RESISTE
Sólido como una roca, el líder controló a sus rivales y acaricia su primer Tour a falta de la crono de hoy Exhibición de Roglic, que gana la 19ª etapa y baja del podio a Chris Froome. Mikel Landa buscó la gesta
Siempre a la sombra de un líder, Geraint Thomas está a las puertas de conquistar su primer gran éxito ciclista lejos del velódromo. El galés, acostumbrado a trabajar para un líder, preparó a conciencia su presencia en el Tour no fuera caso que Chris Froome no pudiera estar por su positivo en la Vuelta y llegó lanzado después de imponerse en el Critérium del Dauphiné de junio. Castigado por la mala suerte, basta recordar su abandono en el Giro de 2017 por culpa de una moto en la 13ª etapa, el galés se hizo con el mando del pelotón en la 11ª etapa y desde entonces ha controlado todos los movimientos de la carrera con suma maestría, demostrando ser el más fuerte y teniendo la suerte que siempre se necesita para triunfar, en una edición del Tour especialmente cruel con las estrellas, basta recordar las caídas de Froome, Porte, Nibali, Landa o Quintana; mientras él pasaba por todas estas situaciones de riesgo de puntillas, sin sufrir ningún daño.
Dumoulin, superado
El de Cardiff acudía al primero de los dos exámenes que le faltaban y lo superaba con nota. Empezaba a rodar con 1’59” de margen sobre Tom Dumoulin (Sunweb) y al acabar la jornada lo ampliaba a 2’05” respecto al holandés, a falta sólo de los 31 km de la contrarreloj. Sólo un percance, una desgracia, podría apartarle de convertirse en el tercer británico que gana el Tour, tras Froome y Bradley Wiggins, todos ellos defendiendo el maillot del Sky.
En la etapa reina de los Pirineos, de 200 kilómetros, con seis puertos y dos colosos como el Tourmalet y el Ausbique, Thomas no sólo supo secar todos los ataques de sus rivales, sino que además le arañó unos segundos de oro a Dumoulin. Sabía que le bastaba con pegarse a la rueda del líder del Sunweb, preocupado más de defender su podio ante el descaro de Primoz Roglic. El del LottoNLJumbo aceleró en los kilómetros finales de la última ascensión, Aubisque, llegando a la altura del grupo que lideraba la carrera, donde un fenomenal Mikel Landa buscó la heroica yendo a por todas a 35 kilómetros de meta. El alavés llegó a ocupar plaza de podio, pero los arreones de los gallos fueron recortando el margen, hasta que lo cazaron a él y al resto de escapados.
Rafal Majka (Bora-Hansgrohe) coronó primero el Col d’Ausbisque, pero con sólo 10” de margen sobre sus rivales. Por delante, 18 kilómetros de descenso vertiginoso, marcados por la niebla, en los que Roglic, rozando los 90 km/h, demostró su condición de gran bajador. Primero fueron siete, después catorce, los segundos que se adelantó a sus perseguidores. Por detrás, Froome y Dumoulin colaboraban para reducir las diferencias, pero su esfuerzo fue en vano ante una de las sensaciones del Tour, que baja del podio al cuatro veces ganador de la carrera, a quien se vio sufrir en las rampas más duras y quien de nuevo encontró en la perla Egan Bernal a su gran aliado.
Buscaba Sky amarrar la plaza de podio de Froome, ocupando el oro y el bronce de París, deseo que por raro que parezca no pudo cumplir. Hoy, el ciclista nacido en Nairobi buscará reducir la diferencia de 14” que le separa del podio
LAS CLAVES
INFRANQUEABLE Thomas está confiado y esta confianza le hace estar un punto por encima del resto
CASI LISTO
Dos minutos parecen insuperables para Tom Dumoulin en 30 km de contrarreloj
SALTADOR ROGLIC Primoz es uno de los ciclistas más completos y ayer dominó en las subidas y en los descensos