Los hinchas de Boca sí lo pasaron en grande

La previa del Gamper en el estadio azulgrana quiso, una vez más, provocar un clima de animación y fiesta diferente, esta vez basado en un modelo más al estilo de la NBA y bastante alejado de ese clima tan singular del fútbol que sea en el formato que sea tiene sus propias reglas. La media hora de calentamiento en las gradas, aunque fuera a modo experimental y sin duda con la mejor intención, lo que demostró es que para tener éxito deben darse dos premisas básicas: la primera es tener el oficio y la experiencia de lo que es el mundo del fútbol y de lo que significa y representa el Barça. Y la segunda, no complicarse la vida y tratar de no ir más allá de los límites que uno mismo tiene por manejarse en un medio que no domina.

Por eso hay que aclarar que no fueron técnicos ni empleados o profesionales del club los que convirtieron esos minutos de caos, completo, en un ruidoso e ininteligible guión de presentación del Barça 2018-19, intentando hacer participar la grada en un juego imposible. Al final, a Valverde lo envolvieron en agudos de ACDC y casi ni se escucha hablar a Leo Messi como capitán. No es la primera vez que, en los últimos tiempos, el Camp Nou falla en lo más fácil. Mientras, los felices seguidores de Boca Juniors, sin inventar nada, ni pretenderlo, se lo pasaron en grande. Fútbol es fútbol