Lucho, valiente con su apuesta
Optó por un fútbol más directo con los ‘jugones’ arriba, Thiago llevando la batuta y un Saúl estelar
Luis Enrique no es Julen Lopetegui. Eso quedó claro desde el primer minuto de partido. Sin querer desmerecer a ninguno de los dos, el planteamiento sobre el terreno de juego fue muy distinto al que se vio en la pasada y brillante fase de clasificación para el Mundial.
El seleccionador lo tuvo claro en su debut, quería verticalidad y, para eso, necesitaba movilidad y alternativas arriba, algo que Diego Costa y Morata no podían ofrecer. La apuesta fuerte fue por dos jugadores, Rodrigo y Saúl, y ambos dieron el do de pecho. El del Valencia fue un incordio por banda en la primera mitad, con la delantera entregada a un Aspas que lo merecía pero que estuvo más gris. Saúl fue poesía sobre el césped. Demostró que en Rusia debió tener protagonismo. Es eficiente en las dos áreas, con y sin balón. Ambos salieron con el premio del gol.
También se resolvió la duda de quién será el que lleva la batuta de juego. Thiago Alcántara fue la respuesta. Manejó el tempo, se movió bien y le dio velocidad e intención de superar líneas a sus pases. Una selección que no dependió de Isco, sino que fue algo más coral, un concepto que se añoraba, y en la que vio en Nacho un más que buen sustituto para Gerard Piqué.
La apuesta de Luis Enrique, diferente y atractiva, empezó con buen pie nada menos que ante Inglaterra LA ERA LUIS ENRIQUE debutó a lo grande: ganó en Wembley. Lo hizo reflejando el espíritu del entrenador. La selección tuvo carácter para superar el gol inglés y mantener un resultado positivo. El nuevo técnico ha dotado al equipo de cuestiones básicas en su estilo: mantiene el tono de dominar el juego, pero hace de la presión el arma fundamental para marcar territorio. Esa herramienta fue clave para ganar en Wembley y funcionó perfectamente en ataque, aunque en un par de ocasiones (el gol inglés, entre ellas) fue superada en defensa causando peligro.
HAY JUGADORES QUE HAN RECUPERADO su rol en un equipo motivado, más agresivo, más intenso. De Gea fue uno de los mejores. LE le devolvió la confianza y el meta del United metió una mano clave y fue objeto de falta en el gol anulado en el 96. Carvajal brilló en una buena banda derecha. El mediocampo formado por Busquets, Thiago y Saúl fue muy sólido. El jugador del Atlético sobresalió además con una llegada impresionante. Delante, Rodrigo fue otro jugador que puso sobre la mesa candidatura de titular. Iago e Isco se movieron bien y trabajaron en la primera presión. Seguramente esa fue la razón de ver al madridista más adelantado de lo normal por la izquierda, sin la participación tan activa que había tenido en la última etapa.
EL FÚTBOL DE LOS DE LUIS ENRIQUE fue muy bueno en la presión y en la verticalidad. Ganó la posesión justito, con un 53%, pero evitó la circulación lenta sin sentido de la que se abusó en el último partido del Mundial ante Rusia. Esta selección prefirió ser más vertical y los ingleses, que fueron uno de los equipos revelación en la Copa del mundo, acabaron apretando porque el marcador era contrario. La fuerza de los ingleses a balón parado con el gigante Maguire (1,94) tocando casi todos los balones aéreos, encerró más a España en el final del encuentro, pero pudo salir airosa en el gran debut del nuevo entrenador