Luis Enrique no quiere ‘topos’ en la Roja
El seleccionador ha dejado claros sus códigos vitales: no admite traiciones y nadie es imprescindible
ordi, te aconsejo aclarar las cosas con Luis Enrique, no hace falta invitar al seleccionador a un concierto de Maluma, basta con un partido de pádel y con ese tercer tiempo que lleva implícito el quedar a jugar con los amigos. No necesita mucho Lucho, sencillamente notar que puede confiar en ti después de que aprovecharas la primera ocasión para decirle a la prensa lo que no fuiste capaz de decirle a la cara. Con Luis Enrique es admisible tener una relación distante, correcta, educada, no necesita mucho más el entrenador, pero lo único que no admite es la traición. Eso y los ‘topos’. Nada le descuadra más al técnico de la Roja que algún jugador escogido por él para formar parte de su ‘familia’ explique las interioridades del vestuario, más aquellas que pueden dañar la fortaleza del grupo.
Lucho va de cara y en la Roja ya saben que lo de los móviles en las comidas, lo de la dieta, lo de no regresar a Madrid, todas esas medidas cautelares son pecata minuta, que lo esencial es no traicionar al seleccionador. Porque él responderá después, que nadie dude de que será un líder protector, un espartano dispuesto a dejarse el alma, pero sólo con los que no se escondan.
Jordi, a Luis Enrique le cae muy bien tu ‘hermano’ Antonio Orozco. Quizá no sepa Lucho que tu padre es el culpable de que Antonio empezase en esto de la música cuando el hombre llegaba con sus instrumentos, los tambores, las flautas, las panderetas, y enseñaba música a esos niños que coqueteaban con el inframundo. Uno de esos niños de las calles más marginales de L’Hospitalet era Orozco, y mira donde ha llegado. A Antonio le vuelve loco el Barça y la selección, lo sabe Lucho ,es un tipo Orozco honrado, sentido, directo, buen amigo de sus amigos, buen amigo tuyo.
Jordi, a Lucho le gustan los caballos por su hija y las motos, en especial la escuela of Road Miki Arpa, que visitó no hace tanto y donde forman a futuros campeones.
Un buen lugar para invitar a Lucho, aunque pague él, es Can Balafia, y si te atreves a subirte a una bicicleta has de saber que sufrirás. Porque ese cuerpo que mostró Luis Enrique en la revisión médica de la Roja sólo se consigue sufriendo mucho.
Eso también forma parte de la filosofía de Luis Enrique, nadie te regala nada, todo lo tienes que trabajar. Sabe Lucho que con la Roja sólo ha tenido que darle a la tecla de la motivación, que se había perdido, la tecla del orden y la disciplina, la del respeto, indispensable en el trabajo de grupo, y la tecla de la confianza, la que necesita el seleccionador para trabajar con un grupo. Es un tipo intuitivo Lucho y si no, ahí está su amigo, el psicólogo Joaquín Valdés para descubrir a las manzanas podridas.
Jordi, con Luis Enrique siempre de cara. Él siempre ha dicho que no hay nadie imprescindible