Messi-Kane, duelo por el gol en Wembley
El estadio de Wembley será testigo del primer enfrenamiento entre Leo Messi y Harry Kane, las estrellas indiscutibles de Barça y Tottenham. Ambos protagonizarán el duelo por el gol en el choque mañana, correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de Champions.
En este arranque de temporada, Messi y Kane han marcado los mismos goles en sus respectivos campeonatos domésticos. El argentino ha anotado cinco tantos en laLiga en siete jornadas, idénticos números para Kane en la Premier. El inglés, sin embargo, llega a la cita ante el Barça después de haber marcado tres goles en los dos últimos encuentros, uno en el campo del Brighton y dos ante el Huddersfield, que han valido para que los ‘Spurs’ encadenen dos victorias seguidas en la liga.
Messi, en cambio, se ha quedado sin ver puerta en los dos últimos encuentros, ante el Leganés y frente al Athletic, pese a que en éste último encuentro tuvo que salir al campo en la segunda mitad para arreglar el resultado y de sus pies nació el tanto del empate de Munir.
‘Hat-trick’ en la Champions
Si en sus ligas están igualados a cinco goles, en la Champions Messi destaca, en cambio, por encima de todos. Leo no solo acumula más tantos que Kane -que no vio puerta en la primera jornada ante te el Inter-, sino que con sus tres goles al PSV se ha colocado como Pichichi de la Champions. Se da la circunstancia de que los ochos goles de Messi hasta ahora han sido todos en el Camp Nou, así que espera poder estrenarse fuera en Wembley, un estadio en el que ya marcó en la final de la Champions de 2011, cuando el Barça se impuso al United por 3-1.
Otro dato para el optimismo de los culés: Messi ha marcado 20 goles en los 28 partidos que ha jugado ante equipos ingleses debe ponerlo en duda aunque su desarrollo pueda ser equivocado o confuso en una primera etapa. Las dos consideraciones básicas para implantar el videoarbitraje fueron elevar el nivel de justicia en las decisiones arbitrales y ayudar a los colegiados, superados por la tecnología y sin poder usarla. Hasta ahora la conclusión es esta: lo escandaloso no existe, pero las dudas siguen quedando.
EL VAR HA ELIMINADO EL ESCÁNDALO. Ese gol del Barça en campo del Betis que entra un metro y no es gol, por ejemplo. Los errores flagrantes se han reducido. También ha aplacado los ánimos dentro del terreno de juego y en la grada. Pero la interpretación sigue siendo la asignatura pendiente y nunca se podrá superar, porque el criterio al final está más aliado a la camiseta que a la objetividad. Sin embargo sería interesante empezar a corregir errores para que no quedara una mala impresión de una buena idea.
EL CONCEPTO ES CLARO: los árbitros mandan por encima de cualquier tecnología. El Var solo es incuestionable en los casos de goles fantasmas (el balón ha entrado o no) o los fuera de juego, ya que eso se mide. En el resto de decisiones, el árbitro es el que decide, porque es quien interpreta el juego. Para los que creían en la teoría de las conspiraciones, la variación con el Var es susceptible, pero no total. El peligro del Var es que los árbitros no entiendan que está para que los ayuden, no para cuestionar su criterio o señalar sus errores. Del “aquí mando yo” hay que pasar al “aquí jugamos todos”.
EN OTROS DEPORTES los jugadores pueden parar hasta dos o tres veces el juego para pedir al árbitro que consulte el Var y estos tienen la obligación de hacerlo. En fútbol acarrearía una pérdida de tiempo notable y llevaría, seguro, al mundo de la picaresca. Pero con el Var lo que se debe acabar, seguro, son los agravios. En eso estamos igual: los árbitros han de ponerse de acuerdo