Noche de tatuaje, bromas y lágrimas
Molinari y Fleetwood cuelgan un video donde comparten cama con el trofeo
La victoria de Europa en la Ryder Cup desató la euforia entre golfistas y aficionados del Viejo Continente. El triunfo se celebró por todo lo alto, y ayer lunes todavía se hacían sentir las consecuencias de una noche larga. Y dos de los grandes protagonistas de esta Ryder parisina, el inglés Tommy Fleetwood y el italiano Francesco Molinari, ya bautizados como ‘Moliwood’, colgaron un vídeo en redes sociales en el que se les ve compartiendo cama con el trofeo de la Ryder Cup en medio de los dos.
No es la única anécdota de una celebración por todo lo alto del equipo europeo. Según explicó Thomas Bjorn (concretamente dijo: “ha sido la peor decisión que he tomado en mi vida”, riéndose por supuesto), se apostó con sus jugadores que si ganaban la Ryder él se tatuaba el resultado. No especificó el lugar y el tamaño, pero la coña que le hicieron todos fue bestial, sobre todo Sergio García. “Me lo haré en un sitio que no lo podrán ver”, bromeó Bjorn.
Y fue Sergio quien le hizo la siguiente coña a Molinari cuando un periodista le preguntó por lo que sentía el italiano en ese momento tras haber conseguido el pleno de victorias, 5 de 5. El castellonense se lo quedó mirando y le soltó un “¿Sabes que este campo tiene 18 hoyos?”. Lo decía porque el turinés ventiló, los dos primeros días formando pareja con Fleetwood y el domingo ante Phil Mickelson, sus cinco partidos antes de llegar al hoyo 17.
En la rueda de prensa post triunfo, algunos europeos también desvelaron que habían convencido a Rory McIlroy para que se instalara el whatsapp en su móvil, un sistema de mensaje que por ejemplo sigue sin utilizar Fleetwood, el que más celebró la victoria con el público, llegándose a tirar sobre los aficionados que estaban apostados en uno de los greens del recorrido.
En la rueda de prensa americana Justin Thomas, el mejor del equipo con cuatro victorias y una derrota, y el único que jugó Le Golf National en julio, en su visita al Open de Francia, preguntó en alto delante de todos los periodistas: “A ver, ¿dónde está Tiger?” Y Woods, con aspecto cansado y medio dormido se hizo ver.
Jon Rahm dijo a la prensa españo- la que nada más enterrar el putt que le dio el triunfo frente a Tiger, le pi- dió disculpas porque antes de darle la mano exteriorizó su euforia. “Ti- ger me felicitó: ‘no te preocupes, has jugado muy bien, te lo mereces’ y luego le dije que había sido un ho- nor jugar con él porque yo crecí viéndole competir y ganar. No pude contener las lágrimas y ahora pue- do decir que Tiger me ha visto llo- rar. Pero había más motivos para derramar lágrimas”, afirmó Jon.
Uno, el vídeo que recibió en su móvil y que le mandó su padre, Edorta, a las 8.30 de la mañana. Esta- ba solo, en el tee del 1, con el sol sa- liendo sobre Le Golf National. Se lo grabó él mismo para mandarle un mensaje, también entre lágrimas. Edorta sólo quería decirle que todos estaban con él y el orgullo que supo- nía ver hasta dónde había llegado.
Dos, “esta victoria es para Celia y para su familia. Celia ha estado en nuestros corazones y en nuestra mente cada golpe que hemos dado y cada paso que hemos dado” conocido en el golf y ha hecho un trabajo magnífico, dándonos las mejores condiciones para ganar nuestros puntos. Simplemente, Europa lo hizo mejor. Es golf. Esta derrota y la de 2006 son las que más me han dolido”, explicó.
Pero Patrick Reed, en declaraciones al New York Times, ‘rajó’ y bien: “Me ha sorprendido la respuesta de Jordan (Spieth) en la sala de prensa. Es obvio que el problema es que Jordan no quiere jugar conmigo. Yo no tengo ningún problema con él. Cuando estamos en escenarios así, no me importa si le caigo bien a la persona con la que juego o si esa persona me cae bien a mí. Se trata de hacer un buen trabajo y funcionar como pareja. Y está claro que Jordan y yo nos hacemos mejores cuando jugamos juntos”. El segundo dardo del actual campeón del Masters Reed fue contra Furyk y su decisión de dejarlo sentado en los fourballs del viernes y del sábado. “Para alguien que ha tenido tanto éxito como yo en la Ryder Cup, no parece muy inteligente dejarlo dos veces sin jugar en una semana…” Raúl Andreu