Lucho desprecia al gregario de Leo Messi
El seleccionador está siendo injusto con Jordi Alba y más aún con los que creen (creemos) en una nueva ilusión
eo Messi es como Valverde, Alejandro ,un fenómeno de esos que eclipsa el trabajo de sus gregarios pero que se desgañita repitiendo al mundo que él no es nadie sin su equipo. Si, lo sé, Leo es un monstruo, ahora aún más voraz porque lo quiere todo, absolutamente todo, se ha vuelto egoísta el argentino al descubrir como los cortesanos de la FIFA le ningunean en la gala que premia a los mejores despreciando los títulos de Liga y Copa. Sabe que o gana el triplete o su nombre quedará tachado de la lista de candidatos a superstar para vergüenza y escarnio público. No es Leo hombre que pierda el norte por los premios pero sí le sublevan las injusticias.
Leo tiene gregarios en el FC Barcelona que le hacen una parte del trabajo y uno de ellos, Jordi Alba, bordó un partido impoluto en Wembley contra el Tottenham, uno de esos que en cualquier equipo sin un referente como Messi le habría servido para ganarse más de una portada. El lateral vive un momento pletórico, profesional y personal, a ojos de (casi) todo el mundo.
El gregario es desinterés puro, se impone un plus de entrega porque piensa que si no rinde al más alto nivel siempre encontrarán a otro que quiera rodar al lado del líder. Pero no todo el mundo tiene capacidad para ser gregario del mejor, tienes que hablar el mismo idioma que el líder y acompañarlo sin desentonar.
Castroviejo, Fraile, Herrada, De la Cruz, Nieve, Izagirre, Mas... Todos estos cracks no estaban en la lista de preseleccionables por Luis Enrique para los partidos ante Gales e Inglaterra. Ni juegan en el Barça -que ahora por cierto tiene poca influencia- ni en el Real Madrid, ni en el Betis. A estos los seleccionó Javier Mínguez para ayudar a Valverde a proclamarse campeón del mundo de ciclismo en carretera en Innsbruck. Eusebio Unzué (Team Movistar) y hermano del segundo de Lucho en el Barça nos regaló las imágenes de celebración del título más entrañables que he visto nunca.
Luis Enrique habría pagado por ser gregario de Valverde. ¡Hasta de Messi!, pudo sí entrenar el seleccionador español al mejor futbolista de todos los tiempos. También a Jordi Alba. Por eso la injusticia que está cometiendo el seleccionador con el blaugrana es doble. Primero, por no convocar al lateral en mejor estado de forma, el mejor en su puesto en nuestro país. Segundo, y casi más importante, por traicionar a los que creen (creemos) en #unaNuevaIlusión, el hashtag de la selección. Lucho siempre ha ido de cara y con Jordi Alba se está escondiendo tras el paraguas de la coletilla ‘no hablo de los que no convoco”. Es libre para dejar en casa al mejor en su puesto pero tendría que ser valiente para explicar las razones que le llevan a hacerlo. Cinco preguntas sobre Jordi Alba en la rueda de prensa en Las Rozas, un jugador del Barça, un catalán de L’Hospitalet