EL MENTALISTA PENTACAMPEÓN
Detrás del éxito está su actitud, pero también Angela Cullen, su ‘coach’
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MOTOR
Lewis Hamilton (Stevenage, 7 de enero de 1985) se convirtió este domingo en el GP de México en pentacampeón de la F1, revalidando su título en otro año en el que el poder de su mente volvió a marcar la diferencia. 2018 fue un ejemplo todavía más fuerte de la increíble metamorfosis que ha realizado el británico en los últimos años. A veces, al hablar del inglés, nos referimos a aquel joven decidido e incluso arrogante que se las tenía con un Alonso campeón en su primer año en la F1. O a la polémica súper estrella más recordada por sus fiestas y viajes en jet privado que por sus hazañas en pista. Pero poco queda de aquel Lewis. Sí, le gusta disfrutar de desfiles de moda y de sus amigos cuando puede. Pero poco ha dado que hablar de sus típicas excentricidades este curso. A través de los años, pasando por varias etapas en su vida, siempre criticadas, se ha forjado una persona mucho más profunda, introspectiva, analista, filosofa y mucho más entregada a la sociedad.
El pasado le hace fuerte
El año pasado se hizo vegano y admite que aquel fue uno de los mejores cambios de su vida. Decidió prescindir de entrenador personal para añadir otro aliciente más a sus éxitos y mantenerse concentrado. Y junto al esfuerzo que siempre ha visto en su familia hace de Hamilton un piloto capaz de todo en pista.
Su madre, Carmen Lockhart, tras separarse de su padre, decidió que su hijo no la siguiera a Londres y que se quedara junto a su padre en Stevenage a los 12 años para que se siguiera forjando como el campeón que es hoy. No quiso arruinar su carrera. Pero no sólo eso. Su padre, alternando varios trabajos para costearle sus inicios en los karts le hizo ver lo que hay que trabajar para conseguir lo que deseas.
Lewis también fue víctima de racismo en su barrio y en el colegio y también en las pistas de karting se acostumbró a ser el piloto señalado, al que miraban por su color de piel y procedencia humilde. Y la historia de su hermano, Nicolas Hamilton, quecumpliósusueñodeserpilotopese a nacer con parálisis cerebral, le sirve de constante inspiración.
Todo ha hecho de Hamilton una persona muy fuerte mentalmente, resistente, que siempre trata de sacar el lado positivo de las cosas y huye de lo negativo. Nunca se rinde y no cree en lo imposible, sólo en aquello queestáensusmanos.Yellodepende directamente de su mente. Y así es casi invencible.
También le ha ayudado la tranquilidad que le aporta su equipo, Mercedes, entendiendo perfectamente como tratarle, sin presionarle en plena renovación.TotoWolff,enunaentrevista exclusiva a MD en marzo, nos decía que “Lewis es una súper estrella en el equipo pero intento entenderlo. Creo que con Lewis no es difícil, sólo se trata de no juzgar, aceptar que todos necesitamos una vida diferente para ser felices. Para la vieja escuela deberías entrenar, comer, dormir, no viajar y tener una vida familiar estable. Bueno, pues eso no funciona a Lewis. Le sirve estar en LosÁngeles,porejemplo,yaceptarlo es fácil”.
El británico empezó su enorme cambiocuandodecidióponersuvida en manos de una ‘coach’, Angela Cullen. No fue de extrañar que, tras proclamarse campeón en México, mientras era entrevistado por David Coulthard, buscara con la mirada a la que es su ayudante, su fisio y su gran amiga y ambos se fundieran en un enorme abrazo. Angela se ha convertido en su sombra. Le marca sus hábitos y le aporta la calma que necesitaba un personaje tan excéntrico tras episodios vividos como el pasado enfado con su padre o su separación con la cantante Nicole Scherzinger. Siempre había rechazado la