Patricia García, la mejor embajadora del rugby
Patricia García (Madrid, 1989) juega esta tarde con la selección en El Pantano de Villajoyosa ante Sudáfrica el segundo de los compromisos de preparación para el próximo Campeonato de Europa, en el que ‘Las Leonas’ defenderán título. En el primero arrasaron a Hong Kong por un contundente 60-5. Ella es, sin duda, la mayor referente del rugby femenino español y una de las mejores del mundo. Este verano volvió a ser elegida en el mejor Seven inicial o ‘dream team’ del año por segunda vez en su carrera y tiene un palmarés impresionante: doble campeona de Europa de Rugby XV, campeona de Europa de Rugby 7, mundialista en ambas modalidades y el diploma olímpico conseguido en los Juegos de Río.
Ha jugado en Francia, Nueva Zelanda, acaba de regresar de Japón y es la gran embajadora de un deporte que la enganchó cuando estudiaba en la Universidad en el 2008 y del que se enamoró al instante. Fue la primera en tener una página web “porque entendí que era importante tener difusión, que era una ventana para las deportistas y también porque cuando comencé a jugar al rugby apenas tenía referentes femeninos. Estaba por ejemplo Carla Hohepa a la que admiraba mucho, mejor jugadora del Mundial 2010, a la que no podía seguir porque no encontraba noticias suyas. Era crear un camino y en ese sentido sí que he sido una pionera, he aportado mi granito de arena”.
La referente ahora es ella y reconoce que se siente halagada cuando llegan nuevas jugadoras y le cuentan que tenían fotos suyas colgadas en la habitación “o las hermanas Erbina, Amaia y Lide, que me dijeron que cuando Irene Schiavon, Berta García y yo nos fuimos a Nueva Zelanda hacíamos unos episodios que colgábamos en las redes todas las semanas para compartir nuestra experiencia y que ellas se los veían siempre. Hace mucha ilusión, la verdad”.
El deporte como herramienta social
Es tal el amor que siente Patricia García por su deporte que ha creado dos proyectos, Rugby y Valores y Rugby Libre. “El Rugby y valores es a nivel nacional y trabajamos con empresas, con charlas y formaciones en colegios e institutos. Además está el programa de ‘integrity’ dirigido a colectivos con riesgo de exclusión social, o también he ido a la prisión de Estremera y a hospitales. El Rugby Libre es un proyecto internacional, hemos estado en la cárcel de Punta Arenas de Chile, con los jóvenes de las favelas en Río y este verano en una aldea de Marruecos. Se trata de educar en valores a través del deporte, del rugby, de intentar crear un mundo mejor”, relata con pasión.
Financiarlo no ha sido nada fácil: “He creado una ONG para tener una estructura y porque no puedo yo sola, hay un equipo para buscar patrocinadores y seguir adelante con todos los proyectos sociales. También aporto mis ahorros y lo que gano en las conferencias lo reinvierto porque es mi propósito de vida y lo que más feliz me hace. He visto cómo en situaciones críticas de depresión, riesgo de suicidio, acoso, he podido ayudar”.
Trasladar los valores
A Patricia García le cuesta quedarse con una sola cualidad del rugby para trasladar a la sociedad: “Lo principal es el respeto, el respeto a las normas, a los rivales, al árbitro, a los espectadores. Y ojo que no somos perfectos, pero tratamos de cuidarlo al máximo. Eso
Olímpica y campeona de Europa de rugby XV y Seven, es el referente del rugby femenino
transferirlo al día a día es fundamental. No solamente respetar a los que piensan igual que nosotros, sino respetar la diferencia. El trabajo en equipo también, la solidaridad, formar parte de un propósito colectivo que te hace crecer además como individuo. La diversidad también es fundamental, hay que romper estereotipos. Las mujeres deportistas se ven lastradas por etiquetas. En el rugby hay diversidad incluso en la morfología, cada una somos diferentes y no solo se respeta sino que esa diferencia es apreciada”.
A sus 28 años reconoce que ya ha empezado la “cuesta abajo” en el deporte y sufre además una lesión crónica en el cartílago de la rodilla con la que debe tener cuidado porque los objetivos están en los Juegos de Tokio y el Mundial de Nueva Zelanda en el 2021: “¿Y después? Pues no lo sé. No tengo ni idea porque soy muy inquieta y me gustan tanto la gestión y los proyectos solidarios como la idea de entrenar. Ya veré. Aún me queda tiempo para seguir disfrutando”
No se limita a jugar: ha creado dos proyectos solidarios, ‘Rugby y Valores’ y ‘Rugby Libre’