Impresionante último adiós a Sala
Familia, amigos (entre ellos Pallois), Neil Warnock y paisanos en el emotivo acto
Progreso, el pueblo de Santa Fe (Argentina) donde nació Emiliano Sala, fue ayer el escenario del impresionante sepelio del delantero argentino. Familiares, amigos y paisanos le dieron ayer el último adiós al goleador, fallecido en accidente aéreo en el Canal de la Mancha cuando el 21 de enero viajaba junto al piloto Dave Ibbotson desde Nantes a Cardiff. Una de las personas que llevó el féretro fue Nicolas Pallois, defensa del Nantes, íntimo amigo de Sala y que le acompañó al aeropuerto aquella fatídica noche.
Desde primera hora de ayer estuvo abierta la capilla ardiente instalada en el gimnasio del club San Martín de Progreso, primer equipo de Sala. Progreso es un pueblo de 3.000 habitantes, 500 km al norte de Buenos Aires. “Emi, nunca caminarás solo”, rezaba una pancarta emulando el lema del Liverpool. Mucho dolor. Lágrimas, flores para homenajearle. El pueblo apoyó a sus padres, Mercedes y Horacio. A su hermana Romina. A su hermano Darío. A toda la familia. Al concluir el velatorio, estaba previsto que el cuerpo de Sala fuera incinerado.
Neil Warnock, entrenador del Cardiff, por el que había fichado Sala, quiso estar presente y dijo emocionado: “Era mi jugador. Yo quise ficharle”. Sala nunca llegó a entrenar ni a jugar con el Cardiff. La tragedia lo impidió. En el recuerdo del fútbol estará siempre el delantero santafesino, fallecido a los 28 años