“SEGURO QUE AL AIRE LIBRE NOS IRÁ TODAVÍA MEJOR”
Hemos incidido mucho en mejoras técnicas que nos van a venir muy bien cuando empecemos los 100 vallas”
Verano de 2004. Una niña de 9 años no puede apartarse del televisor de su casa en Irún. En él, Hicham El Guerrouj lograba un doblete fabuloso en 1.500 y 5.000, un espectador privaba al brasileño Vanderlei de Lima de ganar un oro en maratón que parecía cantado y Liu Xiang ganaba los 110 vallas igualando el récord mundial de Colin Jackson. Eran los Juegos Olímpicos de Atenas’04 y aquella niña, Teresa Errandonea, soñaba con emular a sus héroes.
¿Qué se siente cuando está a punto de hacer realidad su sueño?
Mucha emoción. Participar en unos Juegos Olímpicos es lo que llevo buscando toda mi vida. Pero todavía hay que conseguir el billete.
Hay trenes que sólo pasan una vez en la vida.
¡Exacto! Nunca lo había tenido tan cerca y haré todo lo posible para que no se me escape.
Dice su entrenador Ramón Cid que está muy fuerte.
Y lo estoy. Esta temporada está siendo fantástica. Tanto entrenando como compitiendo me están saliendo muy buenos tiempos y de forma regular. Ahora mismo me veo capaz de hacer cualquier marca.
¿Incluida la mínima olímpica?
Sí. Con Ramón estamos trabajando para que la participación en Tokio 2020 sea gracias a la marca mínima exigida por la RFEA que está en 12”84.
¿O sea que no está pendiente del World Ranking para clasificarse?
Mentiría si dijera que no. No es mi prioridad pero estoy muy bien posicionada y todos los puntos que vayamos consiguiendo nos irán bien por si al final los acabamos necesitando.
Es una persona optimista.
Los resultados nos avalan. Trazamos una planificación y todo va según lo previsto. Hemos completado una gran temporada invernal, salimos con un buen colchón y estoy segura de que al aire libre nos irá todavía mejor.
En Madrid voló para correr en 8”00 y ser la tercera mejor española de siempre en 60 vallas.
Sí y eso que ese día no estaba al 100% físicamente. Entre las semifinales y la final me hice daño en el pie y arrastro unas pequeñas molestias desde ese día. Si llego a estar en plenas facultades, habría podido correr más rápido.
¿Y en el Campeonato de España indoor que acaba de ganar también tenía esas molestias?
Sí. Y más cosas. Después de lo vivido en
Madrid me vino un bajón. Había acumulado muchos nervios y emociones, estallé, y los días siguientes me encontré muy mal de sensaciones.
Y a pesar de todo ganó con 8”05.
Eso es. Por eso soy optimista. Tengo claro que puedo superarme todavía más. Ya me he estabilizado en los ocho y poco, y eso es una gran señal. Hemos sentado una buena base y ahora me siento preparada para ir más allá y subir un peldaño más. La mejor Teresa está por llegar.
¿Qué ha cambiado para que este año salgan tan buenas marcas?
Estamos recogiendo todo lo que hemos ido sembrando con Ramón. Hemos incidido mucho en mejoras técnicas que nos van a venir muy bien cuando empecemos los 100 vallas. Soy una atleta muy explosiva y lo que me faltaba un poco era la técnica de carrera entre las vallas. Lo que más destacaría que he mejorado es eso sin duda.
Le debe mucho a Ramón.
Sí, es un gran entrenador pero no me quiero olvidar de la gente de mi club, el Bidasoa Atletiko Taldea. Al final empecé allí con 8 años y son los que me han hecho llegar hasta aquí. Todavía estoy en contacto con mi antiguo entrenador, Ibon Muñoz. Mantenemos muy buena relación y juntamente con Ramón hacemos un grupo muy bueno. Entre todos sumamos muchas experiencias y me siento muy afortunada de tenerles a mi lado.
¿Qué queda de esa Teresa de 8 años?
Queda un sueño por cumplir
H