Busquets, Rakitic y Griezmann, las rocas del Barça
Los tres únicos jugadores que no se han lesionado este curso; el canterano y el francés, los más utilizados
ese a la incertidumbre y las dudas que rodean el mundo del fútbol, es innegable que los clubes, a falta de acabar esta temporada, ya empiezan a dibujar la siguiente. En las filas del Barça cada vez coge más fuerza el nombre del bosnio Pjanic, que milita precisamente en las filas de un gran interesado en Arthur Melo, la Juventus. Pese a que estoy convencido que el brasileño, evolucionará en su juego en las próximas temporadas y que tiene muchas posibilidades de triunfar en territorio culé, pienso que el intercambio es la única operación que las arcas blaugranas pueden afrontar ahora.
Lo que está claro es que Pjanic es una apuesta poco arriesgada, puesto que es un jugador maduro contrastado en escenarios de dificultad y con ADN Barça intrínseco. Así pues, más allá de que el posible ‘trueque’ resuelva el tema deportivo y económico a la vez, los de Setién se asegurarían la llegada de un perfil experto que conectaría con facilidad con la delantera.
El único problema que veo en la incorporación de Pjanic es su edad, pero poco hay que discutir sobre la evolución que ha tenido como jugador. Ha sido siempre un jugador muy regular, con gran calidad. Ya lo demostró en el Metz, dónde se formó como profesional y se postuló para dirigir al Olympique de Lyon. Más tarde llegó al fútbol italiano, todo un riesgo para un jugador fino y técnico como él, pero una vez más se adaptó a un juego más físico e intenso y fue una pieza fundamental en la Roma de Luis Enrique. Finalmente lo ató la Juve, en plena madurez del chico
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