Película de una falta legendaria
El lanzamiento que metió al club azulgrana en el palmarés de la Copa de Europa cumple 28 años
“Stoichkov, para Bakero, pica Koemaaaaaaaaan, goooooool!!! .... ” Es la retransmisión del gol más importante de la historia del Barça. Un gol cuyos protagonistas directos, Koeman, Bakero y Stoichkov, no paran de recordar una y otra vez desde aquel 20 de mayo, hace ya 28 años, en 1992. La leyenda dice que la jugada se había ensayado el día antes con los tres protagonistas, quedándose a chutar después del último entrenamiento
No se ensayó: los protagonistas decidieron ’in situ’ cómo iba a ser
antes de la final. No fue así y el 2017, en la celebración de los 25 años de Wembley, los protagonistas ya lo aclararon. Llámenle si quieren improvisación, pero la historia real de una falta legendaria fue fruto del talento, del genio, del espíritu ganador, del instinto y de la decisión.
Con Johan Cruyff el balón parado no se trabajaba durante la semana. Era cosa del talento natural de los jugadores y de tomar las decisiones adecuadas. Y eso es lo que sucedió. Es cierto que tras el entrenamiento a menudo los chutadores se quedaban a tirar faltas. Pero ninguno de los tres recuerda haber ensayado la falta del minuto 111 del Barça-Sampdoria, final de la Copa de Europa (1-0, gol de Koeman).
Stoichkov y Koeman eran los tiradores habituales. Hristo chutaba con la izquierda si la falta estaba escorada a la derecha y había espacio para elevar el balón por encima de la barrera. Ronald, si la falta era centrada o más a la izquierda. En este caso no había mucho espacio, así que era una falta, aunque estuviese algo a la derecha, para Ronald.
“Fue una cuestión de diálogo y eso fue, más o o menos, lo que dijimos. Era cuestión de sacar el balón de ahí para crear más espacio y que Ronald disparase. Y es lo que hicimos”, recuerda Bakero. “No recuerdo que lo ensayáramos, esa es la verdad”.
Lo ratifica Ronald, descansando tras el susto que sufrió hace un par de semanas. “No estaba ensayado, fue una decisión sobre la marcha”, afirma. Está descansando para volver con más ganas al cargo de seleccionador y encarar la Eurocopa.
El cuarto protagonista
Y, para que Koeman pudiese marcar, alguien tuvo que ser objeto de falta. Ese papel le correspondió a Eusebio, que casi treinta años más tarde revive la jugada: “Fue falta. Llegó un momento en que yo no podía jugar el balón y eso es lo que interpretó el árbitro: que había retención, un concepto muy interpretable”. Pero el de La Seca se queda, como mejor momento de la final, no con el de la falta sino “con el pitido final, por lo que suponía para mí y para el club lograr aquel título”.
Pues sí. Hoy se cumplen 28 años de una final que tuvo muchas historias. Una de ellas, la de la falta decisiva. Y, pese a que la siguiente Champions se resistió, se puede decir que, en estos 28 años, el Barça ha ganado cinco Copas de Europa. La primera llegó a través de una falta legendaria y en un escenario de leyenda: Wembley
Eusebio fue quien la provocó: sin él, no habría habido gol en el minuto 111
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