Los trueques no serán fáciles
Empecemos con nombres propios. Neto, Umtiti, Rakitic, Vidal, Semedo, Aleñá, Junior y Emerson son los futbolistas que más han salido en el escaparte de los trueques. Ha sonado también Dembélé y hasta Griezmann. Unos y otros tienen, como común denominador, una posición clara: no quieren irse.
El Barcelona, como todos los equipos de Europa, se ven afectados por la pandemia económica del coronavirus y la decisión de los clubes, ante la falta de dinero metálico, es hacer lo menos posible en ‘cash’ y promover intercambio de futbolistas que, como se hizo el año pasado en el caso Cillessen-Neto, permitan cuadrar números, anotando el ingreso y aplazando el gasto a los ejercicios siguientes.
Al respecto, una precisión importante. Exceptuando el caso de Lautaro Martínez, por quien habrá que pagar dinero e incluir jugadores, la idea del Barça es que el resto de truques que puedan realizarse sean a coste cero, jugador por jugador, o con el diferencial a favor del Barça. Es decir, cobrando y no pagando.
Esta variable puede afectar a Pjanic, el bosnio de la Juventus con quien el acuerdo es total, y afectará en función de quien sea el jugador blaugrana que acepte ir a Turín. La preferencia de los italianos sigue siendo Arthur, por más que hayan preguntado también por Semedo, Rakitic, Junior y/ o Todibo. De todos ellos se habló el fin de semana en una reunión telemática de la cúpula deportiva de la Juventus con Eric Abidal y Ramon Planes. Lógicamente la operación económica dependerá del barcelonista que termine en Italia. No vale lo mismo Arthur que Junior o que Semedo.
Bien es verdad que el ventajoso régimen fiscal italiano puede ayudar en las operaciones con el Inter (aquí se da por sentado que lo de Lautaro terminará bien) y con la Juve (también hay optimismo con Pjanic). Y es que en Italia, desde 2019 se aplica una rebaja que situa la cotización delos futbolistas al 30%. De hecho,pueden beneficiarse todas las personas que no hayan residido allí en los dos últimos años y que piensen mantener residencia italiana durante los dos siguientes. Al mismo tiempo, se aplica una tarifa plana de 100.000 euros por las rentas generadas fuera del país.
Aún así, nada será fácil en esta negociación y menos aún si los clubes de destino son en otros países donde la amabilidad fiscal es más parecida a la española. Y lo que sabemos a ciencia cierta hasta este momento, es que del Barcelona no se quiere marchar nadie porque sus salarios son inaccesibles para los clubes que les pretenden y que sufren la misma crisis económica que afecta al Barcelona. Ahí podríamos incluir a Umtiti ya Rakitic. Ambos han certificado al Barça que quieren seguir en el Camp Nou y el club, por su parte, les ha hecho saber todo lo contrario.
En el caso del croata, con muchos clubes interesados, Ivan tiene buenas cartas. La mejor baza es que acaba contrato en 2021 y en enero podrá decidir libremente y marcharse con la baja en el bolsillo. Lo de Umtiti, en camio,
Esto no será como cambiar cromos a pelo. La valoración depende del salario y amortización de los jugadores. Las cifras tienen que cuadrar en los balances de los dos equipos. Y lo más difícil, convencer a los futbolistas
es bastante más complicado. Finaliza en 2023 y será dificilísimo poder mantener el puso con el club. Ahora bien, la pura verdad es que tienen contrato en vigor y si, al final, deciden no moverse de aquí, el Barça no tendrá más remedio que respetar dos contratos tan altos como estos
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