El fenómeno

El Madrid fichó a Bale por 110 millones y escribió el epílogo de “romper la banca”. A Mbappé lo dejó escapar por no dar la boleta al galés. Hubiese sido la última locura. O la penúltima si el romance con Neymar, hasta hace dos años el único galáctico del mercado en opinión de Florentino, hubiese superado la fase de los escarceos. Con las dificultades de pescar donde los clubes estado manejan la llave del petróleo, FP cambió de rumbo. Mejor jovencitos con futuro que jóvenes con muchos ceros en la mollera. Así llegaron Odegaard (21 años y 2,8 millones), Fede Valverde (21 y 5), Vinicius (19 y 35), Rodrygo (19 y 40) y Kubo (0 y 18). Inversiones de futuro salpicadas por fracasos como Jovic, desengaños como James o urgencias como Mariano. Traspasado Cristiano Ronaldo, la calidad de Benzema no es suficiente para cubrir la plaza del matador. En éstas, despunta en Europa un ariete de 19 años, 1,94 de altura y una asombrosa capacidad realizadora: en nueve partidos de la Bundesliga, una decena de goles. El fenómeno es Haaland, nacido en Leeds (Inglaterra), pero de nacionalidad noruega. Su trayectoria es sorprendente, chocante y alucinante. En enero de 2019 el Red Bull Salzburgo pagó 8 millones de euros por él. En Austria destacaba su olfato goleador y su poderío físico; lo cazó el más espabilado, el Borussia Dortmund, por 20 millones el pasado mes de enero. El chico apuntaba maneras, el Madrid le espió en Salzburgo, pero optó por Jovic, del Eintracht, que le sacó 60 millones imposibles de justificar. Hoy Haaland es el delantero centro de moda; su precio, 80 millones, está en el punto de mira del Madrid y la pregunta es ¿por qué hace 60 millones no contrató al fenómeno de los fenómenos? Misterio entre los misterios

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