Éric Cantona: ha nacido una estrella
El exfutbolista protagoniza, de manera sublime, la serie ‘Recursos inhumanos’
Netflix acaba de estrenar ‘Recursos inhumanos’ (‘Derapages’), una serie francesa de seis capítulos donde el protagonista absoluto es Éric Cantona. El exfutbolista interpreta a Alain Delambre, un hombre que malvive de trabajos muy precarios después de quedarse en el paro tras la crisis económica. A pesar de sus veinticinco años de experiencia en un departamento de recursos humanos, su vida se fue al traste: no puede pagar la hipoteca, a su edad nadie le contrata y su matrimonio no funciona. Pero un falso golpe de suerte le convertirá en el candidato finalista para un buen puesto en una gran multinacional. Eso sí, lograr el trabajo no será fácil.
La prueba para contratarle consiste en fingir un secuestro que permita comprobar el nivel de fidelidad de los directivos de la multinacional. La desesperación del protagonista por conseguir el cargo y reflotar su vida es tan grande, que llevará el juego de rol al extremo, poniendo al descubierto los aspectos más oscuros de la multinacional. La serie, inspirada en un caso real, es muy buena, pero Éric Cantona está sublime. Si bien no es ni mucho menos su primera incursión en el mundo de la interpretación, sin duda, este es su papel más estelar. Sobre todo, porque el exfutbolista comparte la esencia del personaje: un hombre con conciencia de clase, carácter y mala leche. ‘Recursos inhumanos’ es, además, un thriller social con una fuerte crítica al capitalismo. “Buscaba trabajo como los perros mean en las farolas. Sin esperanza pero sin poder evitarlo” dice su personaje. Un hombre íntegro tan devastado por la hostilidad capitalista que la remota posibilidad de salvarse lo convertirá en otra persona. Éric Cantona demuestra ser un actor muy orgánico, repleto de verdad, que no flaquea en ningún momento a pesar de cargar con el peso de la acción, pasando por múltiples estados de ánimo y afrontando con enorme naturalidad interpretativa un personaje que acaba llegando al límite. Especialmente a partir del tercer episodio es cuando la trama se convierte en trepidante y Cantona exhibe todos sus registros actorales.
El exfutbolista acaba resultando tan auténtico que prescindes de quién fue y, como espectador, su personaje y la trama te arrastran. No se la pierdan
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