Circuitos desconfinados Circuit de Barcelona-Catalunya, Misano o Red Bull Ring abren ya sus puertas a MotoGP
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Después de casi tres meses sin poder pisar un circuito de velocidad por la pandemia del coronavirus que ha vuelto sus vidas del revés los pilotos del Mundial de MotoGP van recuperando la normalidad con la fecha del 19 de julio y la carrera de Jerez como gran premio a su resiliencia. Desde que el anterior Mundial se despidiera el 17 de noviembre en Cheste no han vuelto a competir y el contacto con sus motos se ha reducido desde entonces a dos días de test en Cheste y Jerez en noviembre de 2019 y a tres días de test en Sepang y Losail el pasado febrero. Nunca desde que se iniciaron en este deporte habían pasado tanto tiempo parados.
Y con el paso de fases hasta llegar a la denominada ‘nueva normalidad’ los pilotos han ido saliendo del confinamiento y de la reclusión de los ejercicios físicos en casa. Primero fueron las salidas en bici de carretera o de montaña, luego el dirt track y el motocross en la primera toma de contacto con las motos y ya más recientemente tres de los circuitos del Mundial de velocidad han abierto de forma exclusiva para ellos sus puertas para poder empezar a girar respetando una estrictas medidas.
Primero fue Misano, cuya batalla contra el coronavirus en Italia va algo más avanzada que en España, que el 14 de mayo abrió sus puertas a los profesionales de la región que quisieran tocar asfalto con motos de serie o derivadas. Así se pudo ver ya a Valentino Rossi con un Yamaha R1 de Superbike descubriendo también de paso el nuevo asfalto del ‘Misano World Circuit’ y compartiendo pista con otros de sus pilotos de la VR Academy como Franco
Morbidelli. También lo aprovecharon los probadores MotoGP Savadori (Aprilia) y Pirro (Ducati) junto a los Moto2 Bastianini o Bulega. Una semana después invitaban a los no ‘romagnoli’ a poder entrenar en el trazado. Otros como Dovizioso o Petrucci prefirieron no alterar su ritmo y seguir con el motocross.
El 21 de mayo era el circuit de
Barcelona-Catalunya el que abría las puertas para entrenamientos privados de deportistas de élite por su condición de instalación singular para la tecnificación de deportistas de motor, reconocida por la Secretaria General de l’Esport y el CSD. Eso fue interpretado de forma distinta por los pilotos de MotoGP residentes en Andorra ya que Alex Rins o Aleix Espargaró lo tuvieron claro y bajaron, en el caso de Rins por partida doble, hasta el circuito de Montmeló mientras Maverick Viñales o Joan Mir se quedaron en
Rins, los Espargaró, Rossi o Morbidelli son los pilotos MotoGP que ya entrenaron
el Principat. En estas jornadas se han respetado a rajatabla los protocolos de seguridad. Solo nueve boxes abiertos y separados por un par de ellos, el material mínimo indispensable, solo dos técnicos por moto y todos con mascarillas igual que el piloto al quitarse el casco.
Y el único que ha hecho un entrenamiento privado de calidad de casi 200 giros con una motoGP ha sido Pol Espargaró que en el Red Bull Ring se unió a Dani Pedrosa para un test privado con KTM aprovechando que el reglamento se lo permite a las fábricas con concesiones
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