La memoria

El futbol no tiene memoria, o eso se dice. Obviamente es una frase hecha pues más allá de que la actualidad depende de que la pelotita entre, todos los aficionados vivimos de los recuerdos que nos dejan nuestros equipos. Y aunque fuera verdad, no se puede forzar una amnesia galopante para negar la realidad que supone pretender abrir los estadios de futbol con un tercio de su aforo en las comunidades autónomas que estén en fase 3. Hace 6 semanas no se sabia si el futbol volvería, dejando al borde de la quiebra a una parte importante del futbol español.

Cuando se tomó la decisión de reiniciar la liga, se asumió que la ausencia de público sería un hecho hasta el punto de dudar si el escenario llegaría a ser el que era antes de esta pandemia mientras no hubiera una vacuna disponible. A pesar de los brotes que están de actualidad, ha bastado un solo parpadeo para que algunos no estén dispuestos a jugar a puerta cerrada 5 partidos que quedan como local para terminar la competición. Nadie está en disposición de saber con certeza cual será la situación el próximo otoño, pero no hace falta ser licenciado en medicina para echarse las manos a la cabeza si dentro de 15 días vemos 25000 personas en un estadio de futbol en España o Europa. ¿Realmente compensa correr semejante riesgo valorando los pros y los contras?

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