Cabreado por las suplencias pero firme

Antoine Griezmann vivió el martes una mala noche. El delantero francés tenía muchas ilusiones puestas en el partido ante el Atlético de Madrid, un encuentro decisivo para el devenir de la Liga. Además, a nivel emocional era especial para Antoine por tratarse de su ex equipo.

El francés firmó por el Barça para poder luchar por los títulos que se le negaron en el Atlético. Y ahora que se está decidiendo el Campeonato de Liga, no se esperaba dos suplencias consecutivas, ante el Celta y el Atlético. A ello hay que añadir que también fue suplente en el campo del Sevilla. Tres golpes tan seguidos como inesperados que tuvieron su colofón el martes, dado que Setién le sacó en el minuto 90 y sólo pudo estar en el campo los cuatro minutos de descuento.

En Griezmann no se vio ni una mala cara ni un gesto fuera de lugar hacia Setién ni de cara a la galería. Sin embargo, la procesión iba por dentro. El delantero francés está enfadado y frustrado por unas suplencias que no se esperaba. Campeón del mundo con Francia, títulos como la Liga y la Champions se le han resistido en el Atlético. Por eso decidió enrolarse en 2019.

Ser suplente ante el Atlético le ha dejado ‘tocado’ pero no hundido,

Fichó para ganar Ligas y no entiende ser suplente en las jornadas decisivas

Su hermana y agente se reunirá con el club, según desveló ayer Le Parisien

cuentan personas cercanas al francés. Su intención sigue siendo la de continuar entrenando al máximo, con intensidad, para estar preparado para cuando le toque entrar en el equipo titular. No piensa bajar los brazos porque no es su estilo ni quiere dar motivos para que se hable mal de él. Es lo que ha hecho durante los partidos que ha jugado, en los que ha podido estar más o menos acertado pero no ha escatimado esfuerzos en la presión, en seguir a los contrarios o a la hora de tirar desmarques. En este sentido, considera que está teniendo mala suerte porque en cada encuentro intenta ir al espacio muchas veces, uno de sus fuertes, pero sus compañeros no le están viendo demasiado cuando intenta esas rupturas.

El francés no tenía intención de polemizar con su entrenador pese a su suplencia. No es su estilo ni cree que sea lo mejor cuando se trata de sumar. Lo que sí le sorprende a él y a su entorno es que después de las fuertes disputas entre algunos jugadores de peso con Setién y su staff tras el partido de Balaídos, el que haya pagado los platos rotos haya sido él. Quizás porque sea el mediático que más se va a conformar si no juega. También le sorprende que hace poco Setién dijese de él que era indiscutible y de eso ha pasado a recetarle dos sonados banquillazos. Según explicó Le Parisien, su hermana y agente se reunirá la semana que viene con el club para analizar la situación

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