Con la cabeza en la Champions
altan dos jornadas en las que puede pasar de todo, pero en el ambiente ya se palpa que el Real Madrid es campeón de Liga. Es tan certero decir que el Madrid va a ganar esta Liga como que Barça la ha perdido, ya que los de Setién dependían de ellos mismos para proteger el primer puesto y tres empates frente a Sevilla, Atlético y Celta, con desarrollos distintos, han cedido ese liderato a un Madrid regular y que no ha perdido ni un solo punto desde el arranque.
Toca pensar en la Champions pero, sobre todo, en cómo se va a llevar a cabo un cambio de dinámica más que necesario para la próxima temporada. La competición europea le brinda un camino complicado a los culés. Sólo con la mejor versión de este Barça lo podrá superar y, siendo honestos, esta faceta no la hemos visto más que en destellos las últimas semanas. Primero habrá que superar al Nápoles con cierta ventaja del partido de ida, aunque no suficientemente holgada como para imaginarnos al Barça en cuartos antes de tiempo. Si se constata ese pase en el Camp Nou, le espera el Bayern, con el pase más encarrilado ante el Chelsea. Es otro de los naturales aspirantes a la Champions, en un momento de forma extraordinario y ya campeón en Alemania.
Borrón y cuenta nueva es lo que desean los culés. Vienen semanas con movimientos y decisiones interesantes, pese a la poca liquidez económica del club. ¿Será el que viene el año de los jóvenes? Veremos si el equipo sabe encontrar la balanza entre el talento de La Masia y la experiencia necesaria para volver a competir por todos los títulos