Miedo al contagio
n Arranca un Seis Naciones sin público en las gradas, con renuncias voluntarias y numerosas bajas
LAS CLAVES A puerta cerrada 1. Gradas sin público, pero puede cambiar más adelante
2. varios jugadores han decidido renunciar
La favorita 3. Inglaterra, rival a batir pese a las bajas
El torneo Seis Naciones 2020 de Rugby acabó siendo el más largo de la historia por culpa del coronavirus, que paró la competición y no permitió proclamar a Inglaterra campeona hasta octubre. Y, de nuevo por culpa de la pandemia, la edición 2021 que hoy arranca con los partidos Italia-Francia (15.15 h.) y la Calcutta Cup entre Inglaterra y Escocia en Twickenham (17.45, Movistar +), será una de las más extrañas de siempre y la primera, por ahora, sin público en las gradas.
El camino hasta el retorno del torneo más antiguo y de mayor tradición en Europa ha sido pantanoso. Hasta esta misma semana no dio Francia el OK a los protocolos sanitarios a seguir para que el torneo pudiese disputarse dentro de sus fronteras realizando excepciones a sus restricciones de movilidad. Y si los estados tienen dudas, los jugadores también las han tenido, causando en algunos casos baja voluntaria por miedo al contagio. El pilier inglés Joe Marler, con su esposa embarazada, renunció a entrar en la ‘burbuja’ del XV de la Rosa, y lo mismo hizo uno de los jugadores italianos más consagrados, Matteo Minozzi, que no se ve con fuerzas “para entrar en otra burbuja”.
La falta de competición previa en algunos clubs y bastantes lesiones han cambiado también la fisonomía de los equipos en un torneo que empieza a puerta cerrada, aunque eso podría cambiar durante el torneo, avisan los organizadores, si la tercera oleada de la pandemia da un respiro. Especialmente azotada por el coronavirus y las bajas está Inglaterra, y a pesar de ello sigue siendo el rival a batir a partir de hoy, cuando conmemore ante Escocia el 150 aniversario del primer duelo entre ambos equipos. El XV de la Rosa ha sufrido varios casos de covid-19 (hasta su seleccionador, el australiano Eddie Jones, tuvo que aislarse al inicio de la ‘burbuja’ de concentración), y entra en el torneo, por lesión o contagio, sin Mako Vunipola, Kyle Sinckler, Joe Marler, Joe Launchbury y Sam Underhill. Sí está disponible su capitán y chutador, Owen Farrell.
Gales e Irlanda, campeonas en 2019 y 2018, se miden mañana en Cardiff y comienzan ambas en segundo plano, igual que una Francia a la que se le escapó el título en 2020 por el average tras completar un gran torneo con cuatro victorias y una sola derrota. Gales fue quizás la gran decepción el año pasado, y esta vez alumbra la esperanza con la vuelta del capitán Alun Wyn Jones, que se lesionó los ligamentos
n Inglaterra, campeona en la accidentada edición 2020, vueve a partir como la principal favorita
en diciembre, y el impulso de un entrenador neozelandés, Wayne Pivac, quien asegura que pueden ser la gran revelación, aunque los pronósticos apenas cuentan con Gales.
Irlanda sí tiene mejores expectativas. Andy Farrell lleva ya un año alfrentedelaselecciónylosjugadores tienen asimilados sus planteamientos tras un año de transición, y además recupera a su estrella, Johnny Sexton, repuesto de una lesión muscular.
La cuchara de madera espera, según todas las quinielas, a Italia, el convidado pobre que entró en el torneo en 2000 y lleva ya cinco ediciones seguidas sin ganar un solo partido. A su nivel, cualquier pequeño avance es un logro, y ahora su ilusión está en ver los progresos de un apertura de solo 20 años, Paolo Garbisi
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