¿Si Messi entrase en campaña?
Faltan todavía tres semanas más de campaña electoral a la presidencia del Barça. Laporta mantiene las diferencias y esta última semana se ha visto reforzado por la sincera confesión de Jordi Cruyff, que aseguró en la Cadena SER que tenía claro que su padre votaría a Jan. Jordi sabe perfectamente lo que representa para el expresidente la fuente de inspiración de la figura de su padre.
Visto el panorama, se adivina que únicamente podría haber un factor que pudiera alterar el escenario actual, la imprevista y más que improbable irrupción de Messi en campaña. Si el astro se pronunciase en favor de alguno de los tres candidatos, el elegido por Leo tendría las de ganar. Más si este comprometiese la continuidad en el club a cambio que su recomendado saliese presidente. No se ha de olvidar el impulso que le dio a la moción de censura contra Bartomeu el famoso ’burofax’ en que Messi solicitaba su salida del Barça. Las firmas se multiplicaron, hasta alcanzar la cantidad de 22.000 en un tiempo récord y sin contar con el factor de los días de partidos en el Camp Nou.
Sin embargo, Leo no intervendrá y se mantendrá al margen, sin querer influir en la decisión del ‘soci’. De hecho, no es nada habitual que los cracks en activo se pronuncien en favor de un candidato. En las anteriores elecciones del 2015 tenemos bien presente la imagen de Xavi, Piqué y Sergi Roberto depositando su voto en la urna, sin que ninguno de ellos revelara a favor de qué candidato había sido. Sin embargo, ha habido contadas excepciones. Para ello tendríamos que remontarnos a las de 1978, las primeras en democracia y de las más reñidas que ha habido. Tres aspirantes llegaron a la votación final: Ariño, Casaus y Núñez. Retirado en plena campaña Víctor Sagi, el gran favorito, Ariño pasó a liderar las encuestas, respaldado además por Convergència. Núñez, que representaba el cambio, se encontraba rezagado en la tercera posición, hasta que dos de las grandes figuras del equipo, Cruyff, el capitán, y Rexach, símbolo de catalanidad, aparecieron en escena. Johan, en una entrevista del difunto Ricard Maxenchs en el programa ‘Sobre el terreno’ de TVE, descalificó a Ariño, diciendo que por el trato que habían tenido de su etapa de directivo responsable del área deportiva, nunca le votaría. Mientras que Charly, aseguró a Domènec Garcia en las páginas de La Vanguardia que su voto sería para el empresario constructor, que acabó imponiéndose en las votaciones por un escaso margen de 425 votos sobre Ariño, segundo, y ocupando el tercer puesto.
Aquella decisiva intervención no fue desinteresada, ya que a cambio de la misma Cruyff obtuvo del nuevo presidente toda la planta del sobre ático del edificio de oficinas del Boulevard Rosa en el corazón del paseo de Gràcia de Barcelona. Allí se instalarían las oficinas de Grupeco SA, dedicada a la explotación de una granja agropecuaria en la localidad de Foradada en la Noguera, que resultó ser un auténtico fiasco económico para Johan, mal asesorado por el entonces su representante Michel Basilevitch. Núñez siempre consideró que las declaraciones
Casaus de Cruyff no igualaban en valor el precio del local comprometido con el holandés.
Mientras que Rexach, que sí se comprometió abiertamente por votar a Núñez, obtuvo, a cambio, la promesa de que toda la recaudación de su futuro partido de homenaje iría a parar íntegramente a su bolsillo. La noche del 1 de septiembre de 1981 el Camp Nou se llenó con 100.000 espectadores en el encuentro de despedida de Charly, que enfrentó al Barça con la selección Argentina, vigente campeona del mundo, liderada por Maradona
HEn las elecciones de 1978, Cruyff descalificó a Ariño y Rexach se posicionó por Núñez, que ganó