Celebran en Cibeles, en febrero
Me ocurrió algo extraordinario el sábado por la noche. Como muchos sabéis, vivo en Portugal, pero siempre estoy pendiente de lo que ocurre en el país vecino. Después de cenar eché un vistazo online a los principales periódicos españoles. ¡Me llevé un susto enorme! Viendo muchos de los titulares y portadas, parecía que el Real Madrid había ganado la liga el 20 de febrero. Tuve que llamar a mis hijos que viven en Madrid para preguntarles si había gente celebrando en Cibeles.
Para algunos medios no solo parecía que los merengues habían conquistado el triplete (¡y hasta la Superbowl!) sino que el Atlético de Madrid había bajado a segunda, tercera o directamente a regional. Que el equipo que tanto se habían empeñado que era el super-mega-ultra-favorito para ganar el título, de repente ya no valía ni para jugar una pachanga de solteros contra casados.
Era tan previsible que antes o después el conjunto del gran Cholo Simeone fuese a tener un momento menos bueno (¡es inevitable!), como que muchos llevaban demasiado tiempo desaparecidos esperando que esto ocurriera para salir de su escondite. Nada nuevo bajo el sol. Un amigo mío muy colchonero me lo resumió con una expresión española que no conocía: “Tranquilo Paulo. Ladran, señal de que cabalgamos”.
Tras confirmar que la Cibeles estaba vacía a pesar de toda la euforia blanca de la “realidad virtual”, miré la clasificación para ver si entendía qué estaba ocurriendo en la “realidad de verdad”. Vaya, otra sorpresa. Resulta que el líder no es el que protagoniza todas las portadas, sino que se llama Club Atlético de Madrid y le saca tres puntos al segundo con un partido menos.
En la temporada 2014 también tuvimos un bajón en febrero, con dos derrotas inesperadas en Pamplona y Almería. Entonces también quisieron hundirnos con las expectativas y presión mediática. Sin embargo, el eterno gol de Godín en la última jornada que nos dio aquel campeonato es una buena prueba de que este equipo no solo no se asusta, sino que se crece ante la adversidad. Y esta temporada nos hemos sacado un máster en luchar contracorriente, entre plaga de lesiones, covid, disparidad arbitral y presión mediática.
Mucha calma amigos, no se dejen asustar por la realidad virtual y quédense con lo único que importa: el partido a partido. Es lo que nos ha traído hasta aquí y lo único que nos podrá llevar al éxito. Queda mucha liga delante y yo confío más que nunca en nuestro equipo. Esta noche jugamos contra el Chelsea, un partidazo de Champions que es el mejor bálsamo para volver a la dinámica ganadora. ¡Vamos Atleti!
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