Guerra y paz

ejaré la originalidad para otro día y voy a hacer comparaciones bélicas para explicar cómo el Barça ha llegado a la final de Copa.

Su andadura empezó a finales de enero en Cornellà. Solo 4 días después de perder la Supercopa de España y justo cuando se aplazaron las elecciones a la presidencia del club. El barco se estaba desmoronando y ahora el ‘BarçaGate’ lo ha acabado de hundir. Durante el partido fallaron dos penaltis pero en la prórroga acabaron ganando.

Koeman ha ido perdiendo soldados por culpa de las lesiones durante toda la temporada. En Vallecas tuvieron que remontar el gol inicial del Rayo Vallecano en un campo de minas.

No ha habido demasiada munición o pólvora en el ataque, pero contra el Granada levantaron dos goles en los últimos cinco minutos y acabaron pasando en el tiempo extra marcando tres goles más.

También han fallado las barricadas defensivas. No se ha salvado ni uno de los centrales y se han encajado muchos goles pero contra el Sevilla Ter Stegen atajó el penalti y se consiguió otra remontada épica.

Una guerra cruda, como todas, pero el Barça ha conseguido llegar a la orilla y la imagen que mejor lo define es la de Gerard Piqué. Fue el héroe marcando en el descuento y acabó herido y cojeando por el campo para ayudar al equipo hasta el último suspiro. En abril queda la batalla final en La Cartuja de Sevilla.

Otra guerra que ya se acaba es la de las elecciones. Este domingo habrá nuevo presidente y llegará la paz institucional al Barça. O no!

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