Ayer se cumplieron dos décadas de la primera carrera del asturiano en la Fórmula 1 con un Minardi en Australia, donde empezó a demostrar su enorme calidad y temple
Han pasado 20 años y un día. Entre medias, dos títulos mundiales (2005 y 2006), 312 Grandes Premios, 31 victorias, 22 poles, 97 podios, 23 vueltas rápidas, 1767 vueltas en cabeza y 1899 puntos. Historia. Pero lo mejor es que, 20 años después de competir por primera vez en la Fórmula 1 (Australia 2001), la historia de Fernando Alonso y la F1 continúa con su regreso a ‘Gran Circo’ de la mano de Alpine. Ayer, 4 de marzo de 2021, se cumplieron dos décadas del día en que Fernando Alonso demostró el carrerista que llevaba dentro. Fue con Minardi, con 19 años, partiendo desde la 19ª posición con uno de los peores vehículos de la parrilla. Antes de aquel Gran Premio no había podido probar el coche por los problemas económicos del equipo, que se solventaron a última hora. Fue un milagro que lograra no solo clasificar el coche para la carrera, también que no lo hiciera el último. Pero lo fue más que en carrera se le viera batallar con asentados pilotos con un enorme desparpajo, esquivando cualquier peligro en una cita llena de accidentes y salidas de pista. Logró un gran 12º puesto, y como titulaba el maestro Raymond Blancafort en Mundo Deportivo tal día como hoy, hace 20 años, la F1 debía entregar una “matrícula de honor para Alonso”. Incluso demostraba su enorme hambre pese a pilotar un coche muy inferior tras una cita en la que fue penalizado al final con 10” por exceder la velocidad de boxes.
“Hemos cumplido el objetivo: acabar la carrera y acumular experiencia. Ha sido muy bonito ver como luchaba con los Jaguar, Benetton o Arrows. Pero la penalización de 10” a causa de un mal funcionamiento del limitador me ha hecho perder el contacto con ellos”, decía tras la carrera, con una entereza atípica para un chico de su edad, aclarando que la carrera no había sido dura. “Lo más difícil ha sido ir pendiente de los retrovisores porque el reglamento obliga a dejar paso inmediato a los que te doblan y no es fácil. Hasta ahora los miraba era para vigilar al que me seguía e impedir que me adelantara”.
El vaticinio de Adrián Campos
Alonso estaba acostumbrado a ganar y a brillar, algo que siempre vio uno de sus grandes mentores, Adrián Campos, recientemente fallecido. Él fue el ‘culpable’ de que el piloto debutara y ganara la FNissan, algo que le daría la opción de realizar un primer test con un Minardi de F1 en lluvia en Jerez en el que dejó boquiabiertos a todos. Precisamente, fue Adrián el que le insistió a Giancarlo Minardi