Haaland, imposible este verano
eamos un poco sensatos. El Barça ni puede ni debe abordar el fichaje de Haaland este verano. Antes de hacer inversiones desmesuradas hay que poner cordura. El club azulgrana es el que más ha sufrido el desequilibrio presupuestario provocado por la pandemia. Era el que tenía una masa salarial más alta que, en principio, estaba cubierta por un récord de ingresos que provenían del atractivo de ver a Messi en directo, de la globalidad de la marca Barça y del enclave turístico que era Barcelona. El cierre de sus instalaciones durante 16 meses provocará la desaparición de 550 millones de euros y, en cambio, los gastos prácticamente se han mantenido. El Barça no puede ir a por el delantero noruego cuando en el presente ejercicio le faltan 300 millones para no cerrar en números rojos. Los jugadores no entenderían esa desproporcionada inversión cuando se les deberá plantear una rebaja de sus emolumentos. Es obligatorio reducir la masa salarial para ajustarla al tope marcado por la Liga. Habrá que vender futbolistas por debajo de su valor en balance provocando más pérdidas. En la próxima temporada deberá abonarse el diferimiento salarial acordado este año. Todavía quedan pendientes importantes pagos de fichajes anteriores. Hay que reestructurar la deuda demostrando a tus acreedores que no harás locuras antes de devolverles el dinero. Deberá emitirse más deuda para conseguir liquidez. Y antes es prioritario renovar a Messi, a quién todavía se le debe parte de su salario y prima de fidelidad. Aunque acepte una rebaja en su nuevo contrato, su salario será de un importe equivalente al del traspaso que habría que pagar por un nuevo fichaje. Depay es más asequible
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