Mundo Deportivo (At. Madrid)

Pablo Escobar, narco al volante

-

Pablo Escobar, a la izquierda, compitiend­o con el Porsche 911 que ahora se vende, aunque con la carrocería del Porsche 935. A la derecha, con un Renault en la Copa Marlboro terminó quinto. No se le vieron malas manos en su trayectori­a al volante, pero la leyenda dice que, debido a su gran fortuna y el miedo que imponía, siempre jugó con ventaja, con una serie de ‘trampas’ por las que jamás nadie le iba a decir nada. Su presencia en pista aseguraba publicidad en los medios para las carreras, la entrada de dinero y la llegada de fiestas lujosas en el paddock. Podía hacer lo que quisiera.

Al contrario que sus oponentes, se podía permitir el importar las mejores piezas y recambios de Europa. Competía con muchos de sus hombres de su propio clan, que le escoltaban en carrera sin osar adelantarl­e, ayudándole a obtener mejores resultados. Y por si fuera poco, a veces le complicaba las cosas a sus oponentes fuera de las pruebas. Uno de sus rivales, Álvaro Mejía, contó que una vez la policía lo paró mientras iba al circuito, algo que le hizo llegar a la cita casi sin tiempo de nada más que tomar la salida. Mientras, Pablo. llegaba a los trazados en helicópter­o y sorprendió a todos con su ingenio al convertir un autobús en una especie de motorhome donde transporta­r y arreglar sus coches. Y por si fuera poco, según se comenta en el libro ‘El Patrón. Vida y muerte de Pablo Escobar’, el narcotrafi­cante más buscado“fumaba una dosis moderada de marihuana para activar su percepción, sus sentidos y su nivel de concentrac­ión” antes de cada carrera.

Una apuesta millonaria

Pablo compitió también en el Premio Marlboro con un Simca y, especialme­nte, se recuerda su incursión en la Trepadores al alto de Las Palmas al volante de un Porsche. Le puso una carrocería de 935, pero realmente se trataba de aquel bólido que hoy día, de regreso a Estados Unidos, ha recuperado la decoración con la que compitió Fittipaldi. En aquella prueba, Ricardo ‘Cuchilla’ Londoño, piloto reconocido de la época en Colombia y toda Sudamérica, le propuso una apuesta, asegurando que acabaría aquella carrera sacándole una ventaja de 15 segundos a Pablo. Sin embargo, Escobar terminó llevándose una suculenta suma de millones al terminar la carrera a solo 9 segundos.

Jaime Gaviria, primo de Pablo, expresó que ‘El Patrón’ “era un apasionado de la velocidad y el vértigo”. No obstante, no pudo agrandar su figura en las carreras por el poco tiempo que le quedaba entre sus ‘negocios’, la política, sus guerras y sus problemas con la ley. Una de sus frases más conocidas era la que usaban él y sus secuaces para amenazar a policías y políticos para que recibieran su dinero a cambio de silencio y favores. De lo contrario, estaban muertos. “Plata o plomo”. A esos dos elementos hay que añadirle la gasolina que corría por sus venas

H

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain