Mundo Deportivo (At. Madrid)

Olazábal cierra con un birdie y una sonrisa

- Raúl Andreu se lamenta del putt de birdie que se le escapó en el hoyo 4 y que le podía haber colocado con cuatro bajo par en el día

No se le puede pedir más a Jon Rahm, 26 años, en su quinto Masters y en la última jornada disputada ayer domingo, en la que salió 21º empatado a 11 golpes del líder el japonés Hideki Matsuyama y una vez entregada y firmada su tarjeta de 66 golpes (-6) para 282 ya era 3º empatado a tres golpes del segundo y a seis de Matsuyama, a falta de que los líderes afrontaran los últimos hoyos del Augusta National, que son los que ponen o quitan la Chaqueta Verde. Cuatro birdies, un eagle y cero bogeys en una vuelta para enmarcar. Con tres top ten en sus cuatro anteriores aparicione­s en este Grand Slam, el número 3 mundial lo dio todo desde el minuto 1, firmó el mejor resultado y esperó acontecimi­entos en la casa-club.

Rahm salió en la última vuelta con dos objetivos claros, más bien dos cuentas pendientes que saldar. Por un lado, tratar de jugar bajo par en este Masters donde los resultados le estaban siendo más esquivos que el juego. Tres rondas consecutiv­as al par sumaba el de Barrika hasta este domingo, jornada en la que podía incluso mejorar su mejor resultado en Augusta (4º en 2018). Por otro, ‘vengarse’ de su compañero de partido Scottie Scheffler. ¿Quien? Su verdugo en los cuartos de final del reciente Mundial Match Play de Austin. Ni los torneos ni las situacione­s eran parecidas pero cualquier motivación extra es siempre bienvenida. Ambos cumplidos.

Y es que Rahm tuvo un comienzo de cuarta jornada espectacul­ar, birdie en el hoyo 1 dejando la bola ‘dada’ con su segundo golpe que por poco no acabó siendo un eagle-2, y un eagle-3 en el 2 jugando un portentoso hierro a green, botando en el centro y deslizándo­se la bola hacia la bandera escondida en la parte derecha. Se detuvo a unos tres metros y el putt en bajada acabó en la cazuela. En el 3 ‘putteó’ desde unos 4 metros para birdie y en el 4, tras otro majestuoso hierra a bandera, la bola se quedó a 2 metros y medio del hoyo y se le escapó el putt de birdie por muy poco. Este inicio de vuelta recordó al de Seve Ballestero­s cuando ganó en 1983: birdie-eagle-par-birdie.

Tras un gran ‘safe’ en el hoyo 7 el vasco se sacó la ‘espinita’ que tenía clavada con el 8 en la última vuelta, y anotó un gran birdie embocando un putt de tres metros y medio por todo el centro del hoyo. Con el par en el 9 cubrió así la primera parte del recorrido con 32 golpes, -4 en el día y 9º provisiona­l.

En los hoyos 10 y 11 cumplió sin problemas con el par y otro de los momentos cumbre de esta cuarta vuelta llegó en el par 3 del Amen Corner. Con la bandera en el lugar

n Jon se despide del Augusta National firmando la mejor tarjeta de la última jornada: 66 golpes sin fallos

“He hecho lo que no pude hacer los otros días, empezar fuerte y coger confianza”

Txema Olazábal acabó su 32ª participac­ión en el Masters con otra tarjeta de 75 (+3), pero cerró su actuación con un birdie-3 en el 18 en el que era el primer fin de semana competitiv­o en Augusta desde 2014.

De nuevo el vasco volvió a jugar de manual, pero esta vez la experienci­a le valió solo para los primeros seis hoyos. El doble campeón en 1994 y 1999 pudo eso sí acabar con buen sabor de boca, metiendo un putt de siete metros de derecha a izquierda. Un final más que merecido. Sacó el puño con rabia y alegría, lo celebró a lo grande y con una sonrisa. De trabajo bien hecho. Es la primera vez que el vasco juega cuatro jornadas consecutiv­as de golf en un torneo desde mayo de 2019, hace casi dos años, en el Regions Tradition del Champions Tour senior. Y en los últimos cinco años, desde 2017 hasta aquí, sólo ha jugado los cuatro días en seis ocasiones, incluida esta semana en el Masters. Olazábal quedará en la parte baja de la clasificac­ión, pero eso es lo menos importante

H

 ?? FOTO: AP ?? Jon Rahm
FOTO: AP Jon Rahm
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain