“Yo sigo a mi bola”
Carlos Alcaraz, de 17 años, pinta a estrella de futuro y se abstrae del ruido mediático
Carlos Alcaraz será un nombre cada vez más conocido por todos. Desde la extraordinaria irrupción de Rafa Nadal en el circuito siendo adolescente, ningún joven español –y pocos en el mundo– apuntaba tan alto en el tenis. Eso no significa que Alcaraz sea un nuevo Nadal en ciernes porque el balear será seguramente irrepetible y esa comparación es absurda e injusta para él, pero Carlos sí ha enseñado un potencial tal a sus 17 años que pinta a estrella de futuro si mantiene su actual progresión.
El murciano tiene aún edad de niño, pero sus golpes son de hombre y llevan una dinamita que empieza a explotar por doquier. Alcaraz tiene todos los golpes, fuerza, inteligencia, mentalidad ganadora y su mejora se antoja imparable cuando acumule experiencia. Hace dos semanas ya se convirtió en Marbella en el semifinalista más joven de la ATP desde Alexander Zverev en Hamburgo’2014. Está dando sus primeros pasos en el circuito, pero ya suma victorias sobre jugadores como David Goffin, Feli López o Casper Ruud. A él no le agobia ese foco mediático.
“Para nada, intento no dar mucha importancia a todos los medios, a todo lo que hablan de mí. Intento estar un poco apartado de ello, seguir a mi bola, entrenando, mejorando y pasándomelo bien junto a mi equipo y los amigos que tengo en el circuito. Intento estar centrado en mí”, asegura Carlos, nº 119 mundial, cuyo entrenador es el ex nº 1 Juan Carlos Ferrero.
“Hay que ser humilde y saber en qué terreno estás. Yo soy nuevo en la ATP y, obviamente, todos los jugadores tienen más experiencia que yo. Hay que saber con quién y cómo pierdes. Yo he perdido partidos de primera ronda contra gente muy buena y me ha servido para seguir mejorando. Hay que enfocar cómo mejorar de cara a los siguientes partidos para hacerlo de otra manera. Ferrero aprieta, pero es bueno”, dice Alcaraz.
“Tuve que buscar la parte positiva del encierro por la pandemia y la cuarentena. Pude mejorar físicamente y mantenerme en forma.
El físico es una cosa superimportante, es algo que he mejorado es- tos últimos años y me viene muy bien para aguantar los partidos contra gente tan buena que te im- prime mucho ritmo”, apunta.
Un “viciado” del ajedrez
“He aprendido mucho de los últimos torneos, sobre todo cómo ma- nejar la presión y los nervios en los momentos difíciles. Estoy aprendiendo a gestionar todas es- tas cosas, cuándo ser agresivo o ju- gar de forma diferente según sea la fase del partido. Para mí es increí- ble jugar contra los mejores tenis- tas en este tipo de torneos como el Godó. Estoy cogiendo mucha ex- periencia. Estoy muy contento y hambriento”, asegura Carlos, có- modo en la ‘burbuja’ de Barcelo- na. “Yo estoy muy agradecido de poder seguir compitiendo. Paso la mayor parte del tiempo en el club viendo partidos, jugando y estan- do con mi equipo. Estamos muy vi- ciados al ajedrez y también esta- mos echando unas partidas en el hotel”, concluye Alcaraz
Hel Masters hace dos años y es lo mejor de mi carrera por el momento, pero ahora siento que debo dar otro paso y acabar en el top-3 al final del año, es definitivamente un objetivo”, afirmó Tsitsipas, segundo favorito del Godó tras Nadal. Hoy debutará ante Munar.
“Tengo la oportunidad de ganar más puntos durante la gira de tierra, mi superficie favorita. Siento que es un gran momento para mí. Ganar títulos como Montecarlo te hacen sobresalir y te proporcionan emociones muy diferentes, son esos momentos que esperas vivir en el deporte. Trabajas para ganar estos títulos. Tenistas increíbles como Nadal, Djokovic o Federer juegan y ganan títulos de Masters 1.000 y Grand Slam y yo quiero ser como ellos”, dijo el griego, que se presentó internacionalmente cuando llegó a la final del Godó’2018.
“Fue el comienzo, mi introducción en el circuito ATP con 19 años. Tuve una gran semana. Jugar contra Rafa no fue fácil, pero aprendí mucho. Es asombroso que Rafa haya ganado 11 veces aquí, es muy inspirador”, señaló Tsitsipas Lluís Carles Pérez
“Intento no dar mucha importancia a lo que dicen de mí. Hay que ser humilde”
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