Ojo con el Tigre
➔ En 2011 suplió en el Atleti al Kun, que se fue al City, y marcó tres goles en dos Ligas al Barça, los mismos que lleva en el Rayo a los 35
➔ Radamel Falcao fue uno de los bombazos en el mercado veraniego. Con 35 años, el ariete colombiano volvió al fútbol español ocho temporadas después de haber dejado la huella del Tigre en el Atlético entre 2011 y 2013. Rescindió con el Galatasaray para firmar por el Rayo Vallecano, que hizo una apuesta de fe en un jugador lastrado por las lesiones en las últimas campañas.
Y le salió bien. Lleva tres goles en 173 minutos de cinco encuentros disputados, sólo dos de titular, dosificado por Andoni Iraola. Marca cada 57 minutos y siempre que lo hace, su equipo gana. Logró el 3-0 definitivo al Getafe, decidió con el 1-2 en Bilbao en el 96’ y anotó el 2-1 en otra victoria ante el Cádiz (3-1).
Hoy se enfrenta al Barça, un rival que se le dio bien en lo individual en los cuatro pulsos que vivió, todos como colchonero, pero muy mal en lo colectivo. Perdió los cuatro enfrentamientos en las Ligas 2011-12 y 2012-13, pero impactó con tres goles, todos los que marcó el Atlético en esos choques. 5-0 en el Camp Nou y 1-2 en el Calderón en la 2011-12 y 4-1 en y 1-2 en la 2012-13.
En el Atlético vivió una de las mejores etapas de su carrera como sustituto de su hoy rival Sergio ‘Kun’ Agüero, quien en 2011 se fue al Manchester City. Tras jugar de niño entre adultos en el Lanceros Boyacá de Colombia, formarse en River Plate y maravillar en el Porto, llegó al club rojiblanco por 40 millones. Fue una inversión rentable por sus goles (52 en dos Ligas, 70 oficiales) y sus títulos: Copa ante el Madrid en el Bernabéu, Europa League frente al Athletic y Supercopa de Europa contra el Chelsea, con actuaciones estelares en las tres finales en forma de asistencia, doblete y ‘hat-trick’, respectivamente. Además, dejó 63 millones de euros, 23 más de los que costó. Los pagó el Mónaco por él en 2013, firmando hasta 2018.
Una grave lesión en la rodilla izquierda en enero de 2014, rotura del ligamento anterior cruzado, frenó su carrera durante 6 meses y ya no fue el mismo. Dos cesiones sin brillo al Manchester United y al Chelsea no le ayudaron. Volvió a disfrutar en sus dos últimos años en el Mónaco, con 54 goles que le valieron para fichar por el Galatasaray, donde fue un ídolo con poca continuidad por percances musculares. Marcó 36 goles en tres años que, con los tres del Rayo, le dejan a dos de los 300 en su carrera a nivel de clubs, pues con Colombia suma 35. Ante el Barça buscará esa cifra redonda ●