El orgullo y el fútbol lo puso el de 19 años
➔ El joven centrocampista de la cantera mostró fuerza, técnica, arrojo y ambición, y además rozó el gol
➔ Nicolás González Iglesias, Nico, es el hijo de Fran, el gran zurdo del SúperDepor. Eso lo será siempre por una cuestión de sangre. Pero con partidos como el de ayer, Nico se está ganando el que le llamen ya sólo por su nombre, pese a tener sólo 19 años. Y es que el joven futbolista azulgrana fue en Vallecas el único jugador que se salvó del naufragio del Barça en otra noche aciaga del conjunto de Ronald Koeman que sepultó al técnico.
El novato centrocampista actuó de salida en una medular de la que se cayó De Jong por lesión en el Clásico y en la que ya no estaba Pedri, también roto y sin fecha para el regreso. Nico actuó junto a Busquets y Sergi Roberto y fue el mejor. Y lo fue por fuerza, por técnica, por lectura táctica y por ambición.
Y es que el joven medio del FC Barcelona dejó varios detalles de su potencia y calidad desde el inicio del partido. El Rayo hizo una presión muy fuerte, muy potente, sobre la salida de balón del equipo azulgrana. En ese contexto, Busquets sufrió y en una acción en que se durmió le robaron el balón, le llegó a Falcao y el colombiano, tras romperle la cintura a Piqué, batió a Ter Stegen con un tiro raso con la zurda que entró después de tocar en el palo. El portero alemán, como en otras ocasiones esta temporada, ni siquiera se lanzó a intentar interceptar el balón. Hizo vista pero lo que vio fue el balón entrando en su meta.
Otro partido que el Barça empezaba perdiendo y de nuevo a remar en la tormenta perfecta, en un estadio pequeño ante una afición animosa y un rival intensísimo. Y ahí fue donde emergió la figura de Nico con conducciones plenas de potencia que fueron frenadas en falta. Incluso se atrevió a chutar desde la frontal aunque su tiro no encontró puerta. En un equipo que en la primera parte perdió 27 balones, el hijo de Fran era el faro, todo un cumplido para él y un descrédito para sus compañeros.
Tras el descanso, a los 4 minutos, rozó el gol con un zurdazo ajustado al palo y en el 59 le dio un gran balón al Kun, que no supo batir al portero del Rayo. En el 84, Koeman decidió cambiarle y poner en su lugar a Luuk de Jong. Nico se fue al banco y se tapó los ojos con las manos.Así, sufriendo como un culé más, acabó el partido. Se ha ganado seguir de titular ●