Osasuna le baja los humos
n El Madrid, sin pegada, vuelve a acabar frustrado en el Bernabéu
Osasuna le bajó los humos a un Real Madrid que llegaba crecido a la cita tras llevarse el Clásico. La exhibición defensiva rojilla neutralizó el poderío atacante del equipo de Ancelotti, agarrado a un Vinicius y a un Benzema sin pegada. El cuadro blanco lo intentó de todas las maneras posibles y con todos sus futbolistas al abordaje del área de Herrera, pero se llevó un triste empate que deja mal sabor de boca tras la derrota del Barça y el empate del Sevilla.
La pegada que apareció en Barcelona y en Kiev encontró antídoto en el planteamiento de Jagoba Arrasate, excelso a la hora de tapar los atajos hacia su portería. Liderado por un David García imperial en el área rojilla, Osasuna frustró a un Madrid que repitió el resultado de su último partido en el Bernabéu: 0-0 contra el Villarreal. Hacía 25 años que los blancos no encadenaban dos empates sin goles en Liga en casa.
Con restricciones provocadas por las obras, el estadio blanco parece despojado de esa mística que atemoriza a sus rivales y da alas a su equipo y cuando busca el triunfo in extremis. Ni desde lejos, ni por las bandas ni por el centro; el Madrid no pudo hincarle el diente a Herrera.
Ancelotti agitó a los suyos dando entrada a Rodrygo por Camavinga y el Madrid agradeció el cambio, pues Vinicius encontró un socio en la otra orilla y el equipo multiplicó su amenaza.
El ‘20’ blanco fue el principal argumento ofensivo de su equipo toda vez que Benzema, aspirante al Balón
de Oro, estuvo más errático de lo habitual, bien controlado por la línea de tres centrales. Ocurrió que el Madrid exigió tanto al extremo brasileño que acabó fundido, pero incluso así tuvo la claridad de mente para encontrar a Marcelo con dos pases al espacio que propiciaron las dos últimas ocasiones blancas.
Osasuna devolvió a la realidad a un Madrid ambicioso pero muy rebajado en el área rival. No es oro todo lo que reduce en el equipo blanco, que tuvo que recurrir a un Hazard que fue una baza estéril por culpa de su pésimo estado de forma
La ilusión blanca queda frenada tras el triunfo en el Clásico del Camp Nou