Gino Bartali, ganador del Tour dos veces y del Giro en tres, formó parte de una red clandestina para ayudar a los judíos que querían huir de los nazis de Italia
La etapa profesional de Gino Bartali abarcó 19 años (1935-1954) en los que cosechó dos Tour de Francia (1938, 1948) y tres Giro de Italia (1936, 1937 y 1947). Hasta la fecha es el único ciclista que ha conseguido vencer dos grandes citas del ciclismo con una diferencia de 10 años. Fue pionero en utilizar el cambio de marchas, del fabricante italiano Campagnolo. Las bicicletas incorporaban un sistema de dos piñones en el eje trasero a cada lado de la rueda y cambiar de piñón significaba parar, desmontar la rueda y volverla a poner dándole la vuelta. Bartali ganaba mucho tiempo con el cambio de marcha mientras seguía pedaleando.
Cuando el 5 de mayo de 2000, a los 85 años, Gino Bartali abandonó este mundo, se conoció la historia que mantuvo ocupado al campeón italiano entre septiembre de 1943 y junio de 1944. Tras el avance de las tropas aliadas por el Mediterráneo y por la península itálica, el régimen nazi decidió invadir Italia y crear una república en el norte. Automáticamente, entrenamiento pasando controles. Su enorme popularidad por sus victorias en el Tour y el Giro fueron su mejor fachada para pasar desapercibido. Cada día realizaba los 350 kilómetros que separaban los dos puntos: recogía la documentación, las fotografías o dinero, llegaba al convento y se las entregaba a Luigi Brizi que, con una vieja imprenta, realizaba las acreditaciones falsas. Debía volver a Florencia cada día antes del toque de queda. En alguna ocasión fue interrogado pero solamente pedía que no desmontasen su Esa red de salvamiento estaba organizada por Giorgio Nissim, un antifascista muy vinculado a la comunidad judía desde joven. La implicación de Gino Bartali se conoció en 2003 cuando los hijos de Nissim encontraron una libreta donde se detallaba la red de confidentes que colaboraban en la falsificación de los pasaportes. En 2010 Giorgio Goldenberg reveló que él y su familia estuvieron refugiados en la casa de Bartali en la Toscana y que les salvó de un traslado a un campo de exterminio. Aún habiendo ganado