Mundo Deportivo (At. Madrid)

Paga una dolorosa novatada

Carlos Alcaraz cede ante el francés Hugo Gaston en un ambiente de Copa Davis a favor del jugador local que se le atragantó al español

- Ángel Rigueira

Carlos Alcaraz está en fase de aprendizaj­e aunque su enorme y fulgurante progresión esconda su edad, 18 años, y que se halla inmerso sólo en su primera temporada completa profesiona­l. Tiene un nivel para competir con cualquiera, pero también una falta de experienci­a que puede llevarle al calvario que vivió en la pista central del Masters 1000 ATP de París.

Los nervios le pasaron factura en el infierno en que se convirtió la cancha. Ambiente de Copa Davis en su máximo nivel. Catorce mil gargantas empujando, y de qué manera, a su jugador, Hugo Gaston,

El murciano, 18 años, dejó escapar un 4-2 en el primer set y un 5-0 en el segundo

de 21 años, que respondió a las expectativ­as crecido por un público que le llevó en volandas.

Alcaraz, con la responsabi­lidad además del favorito como nº 35 del mundo frente a un adversario que tuvo que pasar por la fase previa como nº 103 mundial, cedió 6-4 y 7-5 un partido que debiera haber sido suyo en condicione­s normales. Si hubiera controlado sus emociones, no hubiera dejado escapar ninguno de los dos sets, ya que dominó ambos.

Estuvo arriba 4-2 en la primera manga, pero todavía resultó más definitivo su colapso en la segunda. El pupilo de Juan Carlos Ferrero se adelantó 5-0, pero volvió a perder el temple según veía que no cerraba el parcial. Y encajó un 0-7 definitivo.

Enorme la respuesta de Gaston, octavofina­lista en el Roland Garros de 2020, cuando se presentó en sociedad como un tenista a la antigua. Bajo para los cánones actuales con su 1,73 metros de estatura, pero con mucha mano y un tenis de tender trampas al oponente. Frágil en apariencia, un asesino silencioso en jornadas de inspiració­n. Una dejada por aquí, un globo por allá. De repente un latigazo, luego una bola cortada. Muchos recursos.

También los tiene Alcaraz, además de contar con más potencia. Aunque no tuvo el espíritu de Gaston. Era una guerra en una olla a prisión y el español no logró hacerse a la situación. Pago una dolorosa novatada.

Es su quinto torneo de Masters 1000 ATP. Los octavos ya son su mejor resultado en esta categoría, pero las expectativ­as eran altas tras haber cazado a ‘top ten’ como Stefanos Tsitsipas (US Open), Matteo Berrettini (Viena) y Jannik Sinner (París). Pero tuvo una mala noche. Madrugada porque el partido concluyó cerca de la una del viernes, día en que Hugo Gaston seguirá viviendo un sueño midiéndose en cuartos al nº 2 mundial, el ruso Daniil Medvedev.

Alcaraz lo pasó muy mal. Escondió su rostro de la toalla reprochánd­ose no dar lo mejor de sí mismo. Son vivencias que también sirven para el futuro. Cerrará el curso, de sobresalie­nte, en las Next Gent ATP de Milán, del 9 al 13 de noviembre

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FOTO: EFE Carlos Alcaraz vivió un calvario en la central del AccorHotel­s en París. Los nervios le pudieron en un ambiente desfavorab­le, de Copa Davis

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