LA LEY DEL SEVILLA
El equipo de Julen Lopetegui se impuso a un Betis diezmado por la expulsión de Guido al filo del descanso Acuña, con un golazo, y Bellerín, en propia puerta, decidieron un derbi muy cómodo para los de Nervión
LAS FRASES
Manuel Pellegrini
“Hubo partido mientras los dos equipos tuvieron once jugadores”
“La expulsión lo desequilibró todo”
Julen Lopetegui
“Con uno más hemos hecho un gran partido”
“Estos partidos son especiales aunque solo sean tres puntos. Sabemos lo que significa ganar al Betis”
El Sevilla impuso su ley en el derbi y aprovechó su superioridad numérica en la segunda parte -Guido Rodríguez fue expulsado antes del descanso- para llevarse su enésimo derbi del Benito Villamarín, donde los verdiblancos solo han sido capaces de ganar cuatro -tres con Serra Ferrer y uno con Setién- en los últimos 35 años. Un golazo de Acuña (54’) encarriló el triunfo de los nervionenses ante un Betis que nunca supo cómo meterle mano al partido y que encima encajó el 0-2 en propia meta por medio de Bellerín (80’).
Ocho cambios hizo Pellegrini en el once respecto del que jugó de inicio el jueves en Leverkusen, ya que solo repitieron Bellerín, Guido Rodríguez y Fekir, con Guardado en la zona ancha en vez de William Carvalho como principal novedad, mientras que Lopetegui hacía solo cuatro modificaciones en el equipo respecto al del martes contra el Lille, al entrar Montiel, Jordán, Rakitic y Lamela en lugar de Navas, Delaney, Oliver Torres y Suso.
La primera parte fue jugada con mucho miedo al fallo por ambas partes, por lo que las ocasiones de gol escasearon en ambas porterías. Al Betis le costaba hacer su juego porque no encontraba la manera de sacar el balón con fluidez desde atrás, mientras que el Sevilla lo intentaba más por las bandas con Montiel y Lamela por la derecha y
El Betis solo ha ganado 4 de los últimos 31 derbis celebrados en el Benito Villamarín
Acuña y Ocampos por la izquierda, aunque sin precisión en los centros finales.
Fekir y Canales entraron muy poco en juego, por lo que los movimientos de los béticos fueron muy previsibles. El francés fue el primero en ensayar el remate (7’), sin problemas para Bono, que luego desvió un envenenado chut de Rodri (21’), vio cómo Fekir estrellaba en la barrera una falta peligrosa y cómo a Bellerín le anulaban un gol por claro fuera de juego (35’).
La posesión al descanso marcaba un claro 34%-66% favorable al Sevilla, que sin embargo no logró rematar una sola vez entre los tres palos de la meta de Bravo. Rakitic (33’) cabeceó alto un buen centro de Ocampos en la ocasión más clara y el meta bético atajó en dos tiempos un pase de la muerte de Montiel (37’) que nadie remató.
La jugada que marcó el partido fue la expulsión de Guido Rodríguez, que ya había visto una amarilla muy pronto por una dura e innecesaria entrada a Rakitic y vio la segunda en el 45’, justo antes del descanso, al derribar a Rafa Mir tras una pérdida de Álex Moreno que provocó una rápida contra del delantero rival.
El Sevilla FC supo aprovechar pronto su superioridad numérica y tras dos serios avisos de Acuña y Ocampos el propio Acuña conectó un obús con su pierna izquierda que destrozó las redes de la portería de Bravo. Rafa Mir, un par de veces, y Ocampos, desperdiciaron luego buenas ocasiones para ampliar su ventaja, lo que les regalaría Bellerín en el 80’, al introducir el balón en su portería al intentar despejar un centro desde la derecha de Montiel.
La afición bética comenzó a desfilar gradas abajo tras el 0-2 y cuando Mateu dio el pitido final no quedaban ni la mitad de los más de 50.000 que asistieron al partido, entre ellos unos 750 aficionados sevillistas que no se movieron de su sitio y sí celebraron por todo lo alto el nuevo triunfo en campo del eterno rival, que tras sumar tres victorias seguidas encadena ahora tres derrotas claras y dolorosas, ante Atlético, Leverkusen y Sevilla FC, la que más duele de todas