AHÍ ESTÁ EL TIBURÓN
Pedro Acosta conquista la corona de campeón del mundo de Moto3 ganando la carrera de Portimao El de Puerto de Mazarrón se convierte con 17 años y 166 días en el vencedor español más joven de siempre
El murciano de 17 años y 166 días Pedro Acosta se convirtió este domingo 7 de noviembre en el Autódromo de Portimao en el vigésimo segundo campeón mundial español de la historia y lo hizo como solo lo hacen los elegidos, aunando el título con su sexta victoria del año en Moto3. Fue una carrera magistral del murciano, remontando con cabeza, agresivo cuando tocaba y teniendo muy claro donde podía llevarse esa victoria. El drama fue para su rival Dennis Foggia que en la última vuelta vio como Darryn Binder se lo llevaba por delante justo cuando lo había superado Acosta y dijo adiós a su precaria opción. Poco consuelo le quedó conocer la descalificación de Binder, piloto Honda como él.
Acosta se quedó a un día de convertirse en el campeón más joven de la historia, que sigue siendo Loris Capirossi desde 1990, sí lo es de Moto2 y le arrebata a Marc Márquez (2010 en 125cc) por 97 días el de más joven campeón español. Y en la celebración, como no, salió a escena esa caña de pescar en homenaje a las cinco generaciones de pescadores Acosta de Puerto de Mazarrón. En lugar de un jurel el más joven Pedro Acosta de la familia pescó el primer casco dorado de campeón para su incipiente colección.
Acosta comenzó el día dominando el warm up con 8 décimas de ventaja sobre su gran rival Foggia, la primera vez en todo el fin de semana del GP de Algarve que se daba la circunstancia favorable a su primer título mundial. En el box Red Bull KTM Ajo antes de irse a formar la parrilla estaba risueño como siempre, es un chaval jovial que se pasa el día haciendo bromas con los mecánicos. Con Aki Ajo no hubo lugar a consignas especiales sino a relajar el ambiente, darle normalidad al asunto. Y a su lado su fiel Pacote, ese Paco Mármol que lo formó desde que era un crío en el circuito de Cartagena y es pieza indispensable en su vida y su carrera mundialista.
Al llegar a la parrilla ya había recobrado la seriedad, visera oscura bajada y nada de declaraciones a las televisiones con derechos. Si nunca creyó en el match-ball en Misano-2, en Portimao sí, era ganar la carrera o sacarle cinco puntos al italiano. Y aunque de un piloto que entonces tenía 16 años y fue capaz de ganar saliendo del pitlane y remontando a la victoria en Losail en su segunda carrera en el mundial se podía esperar todo, no había que cometer errores partiendo desde la 14ª plaza. Tocaba culminar su obra maestra.
Y lo hizo con aplomo frente a un rival que también mereció más que ser derrotado por el fuego amigo de otra Honda. Justo cuando Acosta lo acababa de pasar en la curva 3 en el último giro llegó el drama y suerte para Pedro que pudo escaparse del incidente que se vivió tras él.
Título con victoria, la sexta, el final soñado para el primer rookie desde Capirossi que se lleva el título, que reconoció que en cuanto se puso en cabeza en ese último giro lloró como el niño grande que es, emoción que no le abandonó ni en el podio que compartió con Migno y Antonelli, ni en el backdrop con las televisiones. Y es que este verano pegó de golpe un estirón de 10 centímetros que le complicó la vida en una moto tan pequeña y pareció perder la magia. Pero el cuento tuvo final feliz