Canelo es el rey indiscutible del peso supermedio
Venció por KO en el 11º asalto a Plant en Las Vegas y el mexicano se convierte en campeón unificado
Dijo en la previa Saúl Canelo Álvarez (57-1-2, 39 KOs) que el combate se iba a inclinar de forma definitiva hacia sus intereses del séptimo al noveno asalto de una pelea pactada a doce rounds de tres minutos cada uno de ellos en el MGM Gran Garden Arena de Las Vegas, ante cerca de 17.000 espectadores. El cálculo del púgil de Guadalajara (México) no fue del todo preciso, pero viendo el desarrollo del combate era cuestión de tiempo y de paciencia para que Caleb Plant (21-1-0, 12 KO’s) hincara la rodilla con la misma solemnidad con la que la fruta madura cae del árbol.
En el ring, los dos mejores púgiles del peso supermedio. Por un lado, Caleb Plant, 29 años, campeón de la FIB, invicto hasta esta pasada madrugada, y por el otro el toro de Jalisco, Saúl Canelo Álvarez, poseedor de los títulos del peso supermedio CMB, OMB) y AMB; de forma que el ganador del combate haría historia como campeón unificado.
Todas las apuestas daban como ganador claro a un Canelo que salió al teatro de los sueños de Las Vegas acompañado de todo su equipo y del cantante de Maná que interpretaba la canción de ‘El Rey’, en el que era todo un presagio de lo que se iba a vivir en el ring, ante un Plant que vestía calzón blanco y que en ningún momento fue un oponente serio para un Canelo que hizo un trabajo de demolición y que como dijo al final le costó entender un poco el boxeo de su oponente.
Canelo castigó una y otra vez a Plant, que pecó en exceso de marcar a Saúl con el jab, golpeándole hasta la saciedad con ambas manos, buscando los upper, lanzando buenos ganchos y buscando cazar al norteamericano de Nashville con una derecha descendiente, que más que una derecha parecía un mazo, acompañada de un crochet de izquierda temible.
El acelerón definitivo se produjo a falta de dos asaltos, en el 11º round. De nuevo arrinconó a Plant contra las cuerdas. Lo dejó seco con un gancho de izquierdas seguido de un up- per que obligó a Caleb a hincar la ro- dilla. Se levantó como pudo y el árbitro Russell Mora le aplicó la cuenta, pero estaba medio grogui. Canelo olía la sangre y como buen aniquilador persiguió a su presa por el ring lanzándole toda clase de gol- pes letales, hasta que Plant esta vez sí que cayó al suelo. Victoria indis- cutible de Canelo