Gatillazos

Ganar 3-0 y que te empaten es un gatillazo de tomo y lomo, como encajar dos goles en los últimos cinco minutos de tiempo añadido y virar del 1-3 al 3-3. Insólito. Barça y Atlético abundan en la metáfora recalculada de la siguiente definición de la RAE sobre el susodicho sustantivo: “Imposibilidad repentina y transitoria en el varón para realizar el acto sexual”. Si fueran repentinas y transitorias las ocasiones en que estos equipos no han culminado, por falta de concentración, de estímulo o de energía, tendrían un pase. Hasta el mejor maestro echa un borrón. No es el caso. Desde los albores de temporada ambos apuntan malas maneras... Sí, de impotencia. Más el Barça, que ahora aspira a remontar posiciones cual cohete a reacción pilotado por Xavi como si en esto del fútbol dos más dos sumaran cuatro. Y no. La ilusión es una cosa, que Xavi aporta, y la tozuda realidad, otra: el Barça, sin Messi ycon 11 lesionados, no está bien. Y al Atlético le crujen las cuadernas en la defensa, hasta hace poco inquebrantable línea de flotación, hoy con más vías de agua que el Titanic. Aunque con actuaciones que rozan el “interruptus”, el Madrid termina las faenas, a veces con más pena que gloria. Pero las acaba y alza los brazos no sin cierto pudor, pues tampoco anda sobrado ni de fútbol ni de fuerzas. También ha sido víctima de alguna situación “repentina y transitoria”, como aquel accidente que sufrió contra el Sheriff. Empero es líder de su grupo en Champions. Mas como lo que manda es la actualidad y estamos en tiempo de selecciones, atentos a España con Grecia y Suecia. Por mucho que diga Rodri, si no se clasifica para el Mundial el gatillazo será de época, como aquel del 74